Mar. Abr 30th, 2024

En una emotiva ceremonia llevada a cabo en la Basílica Metropolitana de Bogotá – Catedral Primada de Colombia, monseñor Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente del episcopado colombiano, condujo la renovación de la consagración de Colombia al Sagrado Corazón de Jesús. El prelado resaltó la importancia de la fe y la esperanza en el amor de Jesús, destacando que la misericordia divina puede transformar la vida social y conducir a un encuentro con el Salvador.

Durante la eucaristía, monseñor Rueda dirigió oraciones por las familias, los gobernantes, la academia y la superación de los problemas que afectan al país, como la violencia, el narcotráfico, la corrupción y la pobreza. El arzobispo invitó a los presentes a ser voluntarios y servidores de la misericordia, del bien y de la vida, instando a la defensa de la verdad, la paz, la fraternidad, el cuidado del medio ambiente y la reconciliación.

El prelado también lanzó un llamado a aquellos colombianos que están involucrados en actividades violentas, como el reclutamiento de menores o el narcotráfico, para que transformen sus corazones y se alejen de estos caminos destructivos. Monseñor Rueda enfatizó que Colombia tiene un futuro en Cristo Jesús y que la misericordia de Dios puede transformar la historia del país.

La ceremonia contó con la presencia del cardenal Rubén Salazar Gómez, los obispos auxiliares de la Arquidiócesis de Bogotá, monseñor Luis Manuel Alí Herrera y monseñor Germán Medina Acosta, así como otros representantes del clero. Comunidades religiosas, diáconos, seminaristas, movimientos apostólicos y bautizados se unieron en oración por la nación.

La consagración de Colombia al Sagrado Corazón de Jesús tiene una larga historia, iniciada el 22 de junio de 1902 por el entonces arzobispo de Bogotá, monseñor Bernardo Herrera Restrepo. Esta consagración fue realizada como una súplica por el fin de la Guerra de los Mil Días, y cinco meses después de su realización, se firmó el Tratado de Wisconsin que puso fin al conflicto y dio paso a un periodo de paz en el país. La construcción del templo del Voto Nacional en Bogotá fue ordenada en ese momento, convirtiéndose en un símbolo de esta consagración y en un monumento nacional.

En esta jornada también se conmemoró la Jornada Mundial de Oración por la Santificación del Clero, durante la cual se elevó una oración especial al Buen Pastor por la vida y el ministerio de los sacerdotes, así como por el surgimiento de nuevas vocaciones. Una Hora Santa precedió a la eucaristía en la Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, en la que se unieron en oración por estos propósitos.

La renovación de la consagración al Sagrado Corazón de Jesús representa un momento de reflexión, fe y esperanza para Colombia, en busca de la transformación y el renacimiento espiritual del país.


Fuente: El Catolicismo


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