Vie. Abr 26th, 2024

En visperas electorales, el gobierno de Colombia se ha unido recientemete a la Declaración de Consenso de Ginebra, un acuerdo diplomatico provida y profamilia lanzado durante la admistración de Trump para contraarrestar los intentos de hacer del aborto un derecho humano y de redefinir la familia.

 

Colombia es el tercer país que se une a la Declaración de Consenso en los últimos meses, despues de Guatemala y la federación Rusa probando que la iniciativa pro vida y profamilia sigue teniendo atractivo y poder incluso después de que el Presidente Joe Biden retirara al gobierno de EE.UU de la declaración el 2021 y urgiese a otros firmante a hacer lo mismo.

 

«La adhesión de nuestros hermanos colombianos a la declaración es una gran victoria para la causa pro-vida en nuestro continente. Es una Victoria de la soberanía de los países, del trabajo serio para proteger la salud de la mujer y sobre todo, defender la vida de los no nacidos» dijo Cristiane Britto, Ministra brasileña de la Mujer, las Familia y los Derechos Humanos.

 

La Declaración de Consenso de Ginebra fue lanzada oficialmente por 34 países en octubre de 2020, en Washington D.C. en un evento especial con el Secretario de Estado de USA, Mike Pompeo y el secretario del servicio de Salud y Humanos Alex Azar. Fue también registrada oficialmente en la Asamblea General de las Naciones Unidas. Los ministros que hicieron comentarios en el lanzamiento de la declaración promovieron la salud de la mujer, la protección de la vida, la protección de la familia y el derecho soberano de las naciones a legislar sobre estos asuntos.

 

La declaración reafirma que la familia es la «unidad de grupo natural y fundamental de la sociedad» de acuerdo con los tratados internacionales vinculantes. Establece explícitamente que no existe un derecho internacional al aborto, que el aborto nunca debe ser propuesto como un método de planificación familiar y que las decisiones sobre la política del aborto deben ser tomadas exclusivamente a nivel nacional.

 

 

Fuente: Infocatólica

Redacción: Natalia Monroy