Dom. May 5th, 2024

El compromiso de la Iglesia Católica colombiana con las secuelas del conflicto armado en el país se ha intensificado con la firma de un nuevo convenio entre la Conferencia Episcopal de Colombia y la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas (UBPD) este lunes 22 de abril. Este acuerdo busca facilitar y apoyar la búsqueda de los miles de desaparecidos que ha dejado el conflicto, aprovechando la amplia red y la credibilidad de la Iglesia en las comunidades afectadas.

Monseñor Luis Manuel Alí Herrera, secretario general de la Conferencia Episcopal, y Monseñor Juan Carlos Barreto Barrero, obispo de Soacha y presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, representaron a la Iglesia en la firma del acuerdo. Luz Janeth Forero Martínez, directora de la UBPD, firmó por parte de la entidad gubernamental.

Este convenio formaliza la colaboración que había comenzado informalmente con la creación de la UBPD en 2017, como parte del Acuerdo de Paz entre el Gobierno Nacional y las Farc. La Iglesia, con su presencia significativa y respetada en todo el territorio nacional, se convierte en un aliado estratégico en esta misión humanitaria y de justicia.

Las acciones concretas establecidas en el convenio incluyen la colaboración con los administradores de los cementerios eclesiásticos para facilitar las labores forenses, la implementación de actividades educativas sobre el proceso de búsqueda en las diócesis del país, y la organización de encuentros y talleres para obispos y directores diocesanos de pastoral social. Además, se promoverán espacios de interacción institucional durante eventos significativos como la Semana por la Paz.

Este esfuerzo conjunto no solo busca dar respuestas a las familias de los desaparecidos, sino también fortalecer el tejido social y promover la reconciliación en las comunidades afectadas por años de conflicto. La Iglesia, al sumarse de manera proactiva a este trabajo, reafirma su compromiso con la paz y la dignidad humana en Colombia.

nicialmente, el acuerdo tendrá una vigencia de dos años y permitirá identificar roles concretos para cada institución; el Secretariado Nacional de Pastoral Social asumirá una especie de coordinación. Desde la Iglesia, estará transversalizado por una misión esencialmente pastoral, inspirada en el Evangelio, que pide estar cerca de todos, especialmente de quienes más sufren, como aquellos que han padecido la pérdida de un ser querido en contextos tan dolorosos, como el de la desaparición forzada. “Por eso nosotros desde nuestro aporte espiritual-pastoral, pues terminamos siendo también un apoyo psicosocial para estas familias y queremos entonces apoyar las iniciativas que en coordinación se harán con la unidad de búsqueda de personas dadas por desaparecidas”, explica monseñor Juan Carlos Barreto.


Según reportes de la UBPD, el conflicto armado en Colombia ha dejado a más de 100.000 personas desaparecidas, una preocupante cifra que se traduce en historias, rostros y recuerdos que mantienen viva la esperanza en quienes las buscan. De allí, la importancia de este convenio.


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