En medio del conflicto que asola Israel y Palestina, el Papa Francisco, durante el Ángelus de este domingo, renovó su llamado urgente a detener la violencia y buscar la paz en la región. Con un tono apasionado, el Pontífice expresó su cercanía tanto a los palestinos como a los israelíes, instándolos a poner fin al sufrimiento y a buscar soluciones pacíficas.
«Estoy cerca de todos los que sufren, palestinos e israelíes. Los abrazo en este momento oscuro. Y rezo mucho por ellos. ¡Que las armas se detengan, no traerán nunca la paz, y el conflicto no se amplíe! ¡Basta! ¡Basta hermanos! ¡Basta!», exclamó el Papa.
El llamado de Francisco no se limitó solo a instar al cese de las hostilidades, sino que también hizo un pedido específico de ayuda urgente para la Franja de Gaza. Expresó su deseo de que se brinde asistencia inmediata a los heridos, se proteja a los civiles y se entregue más ayuda humanitaria a una población que enfrenta condiciones extremadamente difíciles.
Además, el Papa destacó la importancia de la sacralidad de la vida humana, independientemente de la afiliación religiosa o étnica. Hizo un llamado a la liberación de rehenes, incluidos ancianos y niños, y subrayó que todo ser humano es sagrado y tiene el derecho fundamental de vivir en paz.
«Todo ser humano, ya sea cristiano, judío, musulmán, de cualquier pueblo y religión, todo ser humano es sagrado, precioso a los ojos de Dios y tiene derecho a vivir en paz», afirmó el Papa Francisco.
El líder de la Iglesia Católica cerró su mensaje con un llamado a la esperanza, instando a la oración y al trabajo incansable para que prevalezca el sentido de humanidad sobre la dureza de los corazones en medio de la oscuridad de la guerra en Oriente Medio.
