En un reciente video publicado en su canal de YouTube, el P. Fortea, doctor en Teología, ofreció una reflexión fundamentada en la fe en DIOS, afirmando que «para nosotros, los creyentes, es imposible que la ciencia pueda crear una verdadera racionalidad».
El sacerdote explicó que, aunque los programas de las computadoras puedan ser impresionantes, estas máquinas operarán únicamente según las directrices de su programación. Aunque puedan realizar cálculos complejos, su funcionamiento se limita a las instrucciones preestablecidas.
El P. Fortea ilustró su punto de vista con un ejemplo: una calculadora puede sorprender con sus resultados, pero sigue operando dentro de los límites de su programación. Aunque las máquinas puedan «aprender», según el sacerdote, dicho aprendizaje está condicionado por las directrices iniciales y los caminos establecidos por el programa diseñado por la inteligencia humana.
La inteligencia artificial se refiere, en términos generales, a la combinación de algoritmos utilizados para crear máquinas o programas que imiten las capacidades de razonamiento humano. Aunque herramientas basadas en IA como ChatGPT o Midjourney están cada vez más presentes en internet, el Dr. Eugene Gan, experto en el tema, ha destacado previamente que la inteligencia artificial, a pesar de su apariencia humana, carece de alma.
Por otro lado, Geoffrey Hinton, reconocido investigador en inteligencia artificial y ex empleado de Google, ha advertido sobre el desarrollo acelerado de esta tecnología, señalando la necesidad de establecer límites para evitar que se expanda más allá de nuestra capacidad de control.
Fuente: Aciprensa
