Mar. Oct 22nd, 2024

El pasado domingo, 11 de septiembre, a las horas de la madrugada, cinco personas ingresaron a la vivienda del profesor Álvaro Díaz Pineda, ubicada en la vereda Buenos Aires, zona rural del municipio, en el sector conocido como Miralindo, donde ataron al señor, a su esposa Luiden Acuña Pérez, a su hija Karen Julieth Díaz Acuña (13 años) y a su hijo Juan Sebastián Díaz Acuña.

Tras el asesinato de la familia en el municipio de Landázuri, Santander, el obispo de Vélez, Marco Antonio Merchán Ladino, a través de un comunicado lamentó los hechos y se solidarizó con familiares de las víctimas.

“Rechazamos todo tipo de violencia en contra de la vida humana y de la familia. Manifestamos nuestro dolor, solidaridad y acompañamiento a la familia Díaz Pineda y demás víctimas de estos hechos”.

En su mensaje advirtió que no es posible que, la codicia, el egoísmo y el odio lleven al detrimento de la dignidad humana, por lo que rechazó todo tipo de violencia y pidió se respete la vida de toda persona. “Como Iglesia hacemos un llamado a rechazar todo tipo de violencia, proclamando el valor de la vida humana por encima de intereses egoístas y materiales”.

Hizo un llamado a los organismos gubernamentales y de control a nivel municipal, departamental y nacional para “que hagan una presencia real y operante, de modo que se brinden las garantías necesarias para la paz y la convivencia de la región”. Finalmente, aseguró que como Iglesia seguirán haciendo presencia en estos territorios para acompañar a las comunidades y convocaron a la comunidad parroquial de la diócesis para que se intensifique la oración pidiendo por la paz y la defensa de la vida.

Como gesto de solidaridad con la comunidad y pidiendo por el eterno descanso de los fallecidos, el día viernes 16 de septiembre, a las 10:30 a.m., monseñor Marco Antonio Merchán Ladino, presidirá una eucaristía en el caserío Plan de Armas, cerca del lugar de los acontecimientos y que hace parte de la Parroquia San Juan María Vianney de Miralindo, zona rural del municipio Landázuri. 


Fuente: Conferencia Episcopal de Colombia

Redacción: Natalia Monroy