Vie. Abr 26th, 2024

“Buscar al Señor Jesús para construir un país más justo, fraterno y sin violencia, que siempre es anticristiana. Solo así podrán forjar esa nación con la que sueñan”. Este fue el mensaje que envió a los jóvenes Mons. José Antonio Eguren, durante la misa que celebró en la Solemnidad de Cristo Rey.

 

Durante la homilía, Monseñor Eguren agregó: “Quisiera dirigir una reflexión a los jóvenes quienes han estado tan presentes estos días en el acontecer nacional. Oramos por ellos en esta Eucaristía, y de manera especial por los que lamentablemente han perdido la vida”.

 

“Queridos jóvenes: Si quieren ser de verdad felices, busquen la identificación con Cristo. Solo el Señor Jesús conoce sus corazones, sus deseos más profundos. Solo Él, que los ha amado hasta la muerte, es capaz de colmar todas sus aspiraciones. Sus palabras son palabras de vida eterna, es decir palabras que dan sentido a la vida. Nadie fuera de Cristo Rey puede darles la verdadera felicidad”, expresó Monseñor.

 

“Solo Él libera al hombre de las cadenas del pecado, nos da la libertad verdadera, y nos permitirá forjar ese Perú nuevo con el cual ustedes sueñan”, comentó el Arzobispo José Antonio.

 

También señaló: “Queridos jóvenes: Esta es la hora de los audaces, de los que tienen esperanza, de los que aspiran a vivir en plenitud el Evangelio y de los que quieren vivirlo en el Perú de hoy, a puertas del Bicentenario”.

 

 “Usen sus energías en construir un Perú más justo, más fraterno, sin violencia, la cual es siempre anticristiana, donde reinen la honestidad, la verdad, la solidaridad y la paz. Les pido que hagan del Perú un lugar mejor donde resplandezcan las Bienaventuranzas del Reino”.

 

También invitó a los jóvenes a que “¡No se dejen robar la esperanza ni la alegría de vivir! Sin esperanza el corazón se llena de frustración y amargura. Ustedes, los jóvenes, son los que tienen el futuro en sus manos”.

 

Y finalizó su discurso con las siguientes palabras: “Que María Reina, la Madre de Cristo Rey del Universo, nos cuide a todos y nos enseñe a ser fieles discípulos de su Hijo, y a trabajar por el Reino de Dios que se fundamenta sobre la verdad y el amor, ofreciendo a quien lo acoge paz, libertad y plenitud de vida”.

 

Nota basada en información de Aciprensa
 

 

 

 

 
Nota enviada por la periodista Tereista González a webmaster