Sáb. Abr 27th, 2024

En un esfuerzo por reforzar la cultura del cuidado y la prevención de abusos dentro de sus comunidades, la Iglesia Católica en Colombia ha dado un paso significativo al colocar estos temas en el corazón de su pastoral vocacional. En el reciente Encuentro Nacional de Animadores de Pastoral Vocacional 2024, más de cien participantes, incluyendo sacerdotes, religiosas, religiosos y laicos, se congregaron para abordar este tema crucial.

La iniciativa, organizada por el Departamento de Ministerios Ordenados y Vida Consagrada del Secretariado Permanente del Episcopado Colombiano (SPEC), contó con la participación de delegados de 42 jurisdicciones eclesiásticas y 45 comunidades religiosas de todo el país. Además, la Oficina para la Cultura del Cuidado de la Conferencia Episcopal de Colombia desempeñó un papel esencial en el apoyo y desarrollo de este evento.

Los asistentes se sumergieron en una serie de actividades formativas, incluidas charlas, conversatorios y talleres grupales, todos ellos liderados por expertos del Consejo Nacional para la Cultura del Cuidado de la Conferencia Episcopal de Colombia. Estas sesiones no solo ofrecieron valiosas herramientas y conocimientos, sino que también fomentaron un diálogo abierto y constructivo sobre cómo incorporar prácticas de prevención de abusos y violencias en el proceso de discernimiento vocacional.

Monseñor Guillermo Orozco Montoya, obispo de la Diócesis de Girardota y miembro de la Comisión Episcopal de Ministerios Ordenados, enfatizó la importancia de este enfoque, reflejando el firme compromiso de la Iglesia colombiana en la protección de niños, niñas, adolescentes y personas vulnerables. Este encuentro marca un hito en la misión de la Iglesia de fomentar entornos seguros y propicios para el crecimiento espiritual y vocacional, reafirmando su dedicación a construir una comunidad de fe basada en el respeto, la transparencia y la responsabilidad.

El prelado también afirmó que es fundamental que a quienes se les delegue la pastoral vocacional en las diversas instituciones, sean personas idóneas para manejar este tema; que sepan prepararse para abordar con los jóvenes la opción vocacional, teniendo en cuenta que no es simplemente hablarles de la cultura del cuidado en la vocación, sino también ser cuidadosos en el trato, con un manejo correcto de las relaciones.

Un abordaje multidimensional del cuidado en la Iglesia colombiana


Durante el encuentro se profundizó en los contenidos de las líneas guía y de las líneas operativas para la cultura del cuidado. Dos documentos emitidos desde 2023 por la Conferencia Episcopal de Colombia, que plantean orientaciones prácticas con enfoque preventivo y de atención a implementar en diferentes dimensiones y ambientes eclesiales.


En el espacio también abordaron diversos factores de riesgo y factores de protección, lo que les facilitará ahora la definición de criterios particulares que permitan hacer de la animación vocacional en Colombia una acción pastoral segura para niños, niñas, jóvenes y adolescentes.

“Las diferentes disciplinas nos están ayudando a comprender cada uno de los temas abordados desde la parte jurídica, la parte eclesiástica y la parte espiritual porque tenemos que cuidar, no solo cuidarnos nosotros, sino cuidar a cada uno de los que van a ser líderes para anunciar el mensaje de Cristo, desde los niños hasta los confines del mundo”, afirmó al respecto la hermana Martha Inés Ramírez García de la Congregación de Hermanas de la Sagrada Familia de Manizales.


“Es Jesús el que llama”


En medio del análisis de la realidad actual de los animadores vocacionales, los participantes manifestaron varios desafíos en su misión, entre ellos, la soledad. De acuerdo con la doctora Milena Barguil Florezmiembro del Consejo Nacional para la Cultura del Cuidado, aquí fue fundamental recordarles que “es Jesús el que llama”.


Para la abogada, en esa formación inicial es fundamental poder descubrir cuáles son las verdaderas intenciones o motivaciones que están llevando a los jóvenes a decirle “sí” al Señor y optar por una vida sacerdotal o consagrada. Escenario en el que es se hace prioritario el acompañamiento y la formación permanente.


“No podemos entrar en un activismo pastoral y perder de vista el mensaje evangélico. Desde ese punto de vista, fueron capaces de entender y despojarse de esa carga, de sentir que son ellos los que tienen que llevar los candidatos. Aquí Jesús es el que nos llama y sigue llamando. Llamó ayer, llama, hoy y llamará siempre”, precisó la doctora Barguil.


“Apóstoles del cuidado, apóstoles de las vocaciones”


Por su parte, el diácono Luis Fernando Arciniegas, delegado de la Diócesis de Mocoa-Sibundoy, expresó que el encuentro permitió abordar este tema de manera integral, pues no implica solo al niño, al joven o a la persona vulnerable, sino a toda la familia y a otros actores sociales. De ahí que la manera indicada de entenderlo sea desde la cultura.

El compromiso de la pastoral vocacional con la cultura del cuidado


El padre Leonardo Cárdenas, también miembro Consejo Nacional para la Cultura del Cuidado, afirmó que ahora el gran reto tiene que ver con la transcendencia de lo socializado en este encuentro nacional. Según ha dicho, requiere la toma plena de conciencia que ahora todas las acciones de los animadores vocacionales deben estar orientadas a la instauración de la cultura del cuidado que se enmarque en la planeación e implementación de procesos robustos y no solo de acciones aisladas.


También la doctora Ilva Myriam Hoyos, presidenta del Consejo Nacional para la Cultura del Cuidado, dio a conocer una tarea específica que encomendaron a los delegados de la pastoral vocacional, asumiendo así el cuidado como una misión central y permanente