Jue. Abr 25th, 2024

“Con motivo de la celebración de la Cuaresma 2021, el Papa Francisco dio a conocer su mensaje que lleva como título «Mirad, estamos subiendo a Jerusalén…» (Mt 20,18). Cuaresma: un tiempo para renovar la fe, la esperanza y la caridad”.

 

En su mensaje, el Papa invita a los fieles a vivir plenamente este tiempo de conversión, «renovando nuestra fe, saciando nuestra sed con el “agua viva” de la esperanza y recibiendo con el corazón abierto el amor de Dios que nos convierte en hermanos y hermanas en Cristo».

 

“La vía de la pobreza y de la privación (el ayuno), la mirada y los gestos de amor hacia el hombre herido (la limosna) y el diálogo filial con el Padre (la oración) nos permiten encarnar una fe sincera, una esperanza viva y una caridad operante”

 

Acoger la Verdad y ser testigos

 

Asimismo, en su mensaje el Pontífice señala que la fe nos llama en este tiempo litúrgico, «a acoger la Verdad y a ser testigos», ante Dios y ante nuestros hermanos.

 

“Es por ello que en este tiempo de Cuaresma, acoger y vivir la Verdad que se manifestó en Cristo, significa ante todo dejarse alcanzar por la Palabra de Dios, que la Iglesia nos transmite de generación en generación. Esta Verdad no es una construcción del intelecto, destinada a pocas mentes elegidas, superiores o ilustres, sino que es un mensaje que recibimos y podemos comprender gracias a la inteligencia del corazón, abierto a la grandeza de Dios que nos ama antes de que nosotros mismos seamos conscientes de ello. Esta Verdad es Cristo mismo que, asumiendo plenamente nuestra humanidad, se hizo Camino —exigente pero abierto a todos— que lleva a la plenitud de la Vida”

 

En este sentido, Francisco subraya que el ayuno vivido como experiencia de privación (para quienes lo viven con sencillez de corazón), «lleva a descubrir de nuevo el don de Dios y a comprender nuestra realidad de criaturas que, a su imagen y semejanza, encuentran en Él su cumplimiento», porque ayunar significa liberar nuestra existencia de todo lo que la abarrota, «incluso de la saturación de información -verdadera o falsa- y de productos de consumo», para permitir que Dios habite en nosotros.

 

 
Fuente: Vatican News
 

 

 
Nota enviada por la periodista Teresita González a webmaster