El término «protomártir» se utiliza en el cristianismo para referirse a la primera persona que sufre martirio, es decir, que muere por su fe, en un contexto particular. El prefijo «proto-» significa «primero», por lo que «protomártir» literalmente significa «primer mártir». Este término se emplea para destacar a aquellos que fueron los primeros en dar su vida por sus creencias religiosas en distintas situaciones o lugares.
En la tradición cristiana, por ejemplo, Santo Esteban es venerado como el protomártir, ya que es considerado el primer mártir del cristianismo, como se relata en el Nuevo Testamento, en el libro de los Hechos de los Apóstoles. Su martirio marca un momento significativo en la historia de la Iglesia, siendo un ejemplo de fe y testimonio hasta la muerte.
