Mar. Abr 30th, 2024

En medio de los recientes ataques terroristas en Gaza por parte de Hamás, el Papa Francisco ha expresado su aprehensión y dolor por la situación, manteniendo una comunicación constante con el párroco local, el sacerdote argentino Gabriel Romanelli. La pequeña comunidad cristiana en Gaza, aproximadamente mil personas, ha recibido refugio en la parroquia local, que ha acogido a unas 150 personas desplazadas debido a los bombardeos.

El Padre Romanelli, que se encuentra en Belén después de haber quedado varado debido a los ataques, informó que el Papa Francisco lo ha llamado dos veces para manifestar su cercanía y oraciones. En nombre de la comunidad, el sacerdote agradeció al Santo Padre por su llamado al alto el fuego y su condena de la violencia, el terrorismo y la guerra.

«Ayer también llamó el Papa Francisco», dijo el párroco, «para saber cómo estaban la gente y la parroquia». Además, envió su bendición como un símbolo de la cercanía de la Iglesia en este difícil momento.

Aunque la situación en Gaza es grave, la comunidad cristiana ha sido afortunada hasta ahora, sin víctimas entre los fieles ni daños a las estructuras parroquiales. Actualmente, la parroquia Sagrada Familia de Gaza ofrece refugio alrededor de 150 personas que han perdido sus hogares o buscan seguridad ante los bombardeos. Otras personas se han refugiado en el colegio perteneciente a la parroquia.

«Nadie entra y nadie sale ahora de la Franja. La situación es muy grave», advirtió el Padre Romanelli. «Hay muchos muertos y muchos heridos, y si hay una invasión terrestre, habrá realmente escombros».

A pesar de los desafíos, las estructuras de la Iglesia Católica en Gaza han sido respetadas, ya que han mantenido su misión de paz y humanitarismo en medio del conflicto. Las escuelas y las instalaciones parroquiales han sido refugios seguros para la comunidad, incluyendo niños discapacitados y personas necesitadas de ayuda. La Iglesia en Gaza continúa siendo una luz de esperanza en medio de la oscuridad que ha caído sobre la región. La situación sigue siendo fluida y la Iglesia Católica en Gaza se prepara para cualquier eventualidad mientras mantiene su compromiso con la paz y la ayuda humanitaria en estos tiempos difíciles.

Además, muchos han perdido sus viviendas y otras han sufrido daños graves. “Algunos ni siquiera saben cómo están sus casas. No han podido regresar para ver cómo está la situación, pero reciben imágenes de toda la región”, detalló.

El sacerdote reconoció que en la Franja “están cansados de todo”, y que “nunca se imaginaron tantas matanzas, tanta gente privada de libertad”.

“Los feligreses están naturalmente muy tristes por todo esto y todos esperan que esto termine. Pero se dan cuenta de que sólo la intervención divina y un compromiso extraordinario de tantas fuerzas, tantas asociaciones o países pueden ayudar a detener esto y responder así al llamamiento del Papa Francisco para que se ponga fin al terror y a la guerra. Se dan cuenta de que es casi imposible, pero no imposible”, enfatizó.

El sacerdote aseguró que los habitantes de Gaza “no creen a nadie, a ambos lados del muro”, y por eso no expresan sus opiniones. “No soy profeta ni hijo de profeta para saber lo que piensa la gente, pero lo que dicen es que están hartos y no creen a nadie”, comentó.

Si bien no hay electricidad hace tres días, y sólo queda algo de combustible, el párroco dio a conocer que “hasta ahora no se siente que haya escasez de alimentos o de agua”.

“No sé por cuánto tiempo será así. Nosotros, por ejemplo, hemos estado haciendo acopio, siempre previendo problemas. Estamos comprando, o tomando a crédito lo que podemos encontrar, porque tenemos casi 150 personas a las que atender y darles comida, un plato y algo de beber, un colchón y algo con lo que cubrirse. Pero hasta cuándo será posible no lo sé, porque con cada bombardeo la gente lo pierde todo y lo necesita todo”, reconoció.

Sobre un posible ataque por tierra, el P. Romanelli aseguró que algunos ya han sido advertidos al respecto, y que la Diócesis local, el Patriarcado Latino de Jerusalén, impartió instrucciones concretas del Ejército de Defensa israelí para desalojar algunos barrios que serían atacados.

“No soy analista político y no entiendo mucho de esto, pero sé que esta realidad sería terrible”, anticipó.


Fuente: Aciprensa