El Cardenal Luis José Rueda Aparicio, Arzobispo de Bogotá, ha declarado en una reciente entrevista en la cadena aliada El Tiempo que la paz en Colombia y en América Latina es inalcanzable mientras persista el problema del narcotráfico. El prelado subraya la necesidad de implementar medidas globales y multidisciplinarias para erradicar este flagelo.
El purpurado destacó que la solución al narcotráfico requiere un enfoque que exceda las fronteras nacionales, abarcando diversos sectores como las comunicaciones, ciencia, agricultura, economía, política, arte, academia y religión. Asegura que el narcotráfico no solo es un problema local, sino uno que afecta a toda la región y debe ser tratado como tal.
En el contexto de la búsqueda de paz total, una política promovida por el gobierno de Gustavo Petro, el Cardenal Rueda resalta que la paz es un esfuerzo diario. Muestra confianza en que se logre un acuerdo con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) pero enfatiza que el narcotráfico debe ser visto como el núcleo de los problemas sociales en Colombia.
El Arzobispo de Bogotá es enfático en que el abordaje del narcotráfico debe ser integral y no limitado a diálogos. Debe involucrar aspectos jurídicos, económicos y políticos. «Si no afrontamos el narcotráfico en nuestra búsqueda de la paz, nunca la alcanzaremos,» afirmó, describiendo al narcotráfico como el «combustible de la guerra, la violencia y la muerte».
Aunque reconoce la importancia de dialogar con los narcotraficantes, advierte que no deben ser tratados como un grupo armado con una agenda social. En su lugar, deben ser abordados como delincuentes y responsables de una «economía de muerte».
El Cardenal Rueda hace un llamado a una «paz integral», un concepto que trasciende lo meramente económico y toca aspectos educativos, de salud, agrarios y de tenencia de tierras. Finalmente, invita a todos los colombianos a reflexionar sobre el impacto devastador del narcotráfico y a comprometerse en la lucha por liberarse de este flagelo.
Fuente: Aciprensa
