Mié. May 1st, 2024

En el Vaticano, el Cardenal Secretario de Estado presidió la apertura de la conmemoración del 30 aniversario de la Fundación Centesimus Annus Pro Pontífice. Durante su discurso, resaltó la necesidad de fomentar la amistad social y la cultura del encuentro como herramientas fundamentales para impulsar el auténtico desarrollo y la cohesión de las sociedades y las personas.

En un mundo marcado por profundas divisiones, el Cardenal señaló que existe una fuerte tentación de refugiarse en lo privado y dar la espalda a las crisis que nos rodean. Esta tendencia también puede afectar a la política, llevándola a centrarse en intereses privados limitados en lugar de esforzarse por promover un bien común más amplio, que incluya la protección de aquellos que son excluidos de las decisiones.

El Cardenal Parolin destacó dos elementos clave enfatizados por el Papa Francisco: la «amistad social» y la «cultura del encuentro». Estos elementos son fundamentales para lograr una mayor cohesión e integración en la sociedad. El Cardenal afirmó que en la actualidad es evidente para todos que los problemas y las expectativas de muchas personas tienen un alcance global y requieren respuestas a gran escala. Por lo tanto, es necesario ir más allá de las apelaciones genéricas y trabajar juntos por el bien de la comunidad.

El concepto de «bien común» debe ser entendido y aplicado de manera adecuada, advirtió Parolin, para evitar políticas o actividades que promuevan soluciones «particulares» que puedan generar exclusión o desaprovechar oportunidades para todos. En este sentido, la amistad social y la cultura del encuentro ofrecen una perspectiva valiosa para lograr un bien común concreto. La amistad social, según explicó el Cardenal, es inclusiva por naturaleza y ayuda a planificar actividades que trascienden las fronteras de una comunidad o país en particular. Por otro lado, la cultura del encuentro, lejos de promover actos esporádicos de caridad, es una forma de vida que respeta verdaderamente la dignidad y la libertad de todos.

El Cardenal Parolin también abordó la tergiversación y manipulación de palabras como democracia, libertad, justicia o unidad, tal como lo ha destacado el Papa Francisco en su encíclica Fratelli tutti. Estas palabras han sido utilizadas como instrumentos de dominación y han perdido su verdadero significado. Ante este panorama, el Cardenal enfatizó la importancia de un discernimiento cuidadoso para proteger los intereses generales en un contexto donde los líderes políticos y económicos deben evaluar con un enfoque basado en valores sólidos.

En última instancia, concluyó el Cardenal Parolin, esta es una cuestión de responsabilidad que guía las decisiones y los recursos hacia la realización plena de todos los seres humanos, basada en su dignidad e identidad. Es necesario un compromiso constante para promover el auténtico desarrollo y construir sociedades cohesionadas en un mundo cada vez más complejo y diverso.


Fuente: Infocatólica