Vie. Abr 26th, 2024

El sacerdote brasileño Gabriel Vila Verde, publicó en redes sociales  un post en el cual informó que Floripes de Jesús, más conocida como “Lola”, se alimentó durante 60 años, únicamente con la Sagrada Eucaristía. El post se volvió viral.

 

De igual manera, el Padre Vila compartió la historia de vida de “Lola”, en la cual cuenta que cuando tenía 16 años cayó de un árbol y, por esta razón quedó parapléjica. “Luego de ese accidente, su organismo cambió y ella no sentía más hambre, sed o sueño. Ningún remedio surtía efecto”, aseguró el sacerdote.

 

Lola, quien nació y vivió en Minas Gerais, Brasil, comenzó a alimentarse diariamente de la Eucarística y así vivió por 60 años, con solo una hostia consagrada al día. “Durante mucho tiempo permaneció en una cama sin colchón, en forma de penitencia”, añadió el Padre Gabriel.

 

Cuando se conoció la historia en la década de los años 50, comenzaron a llegar miles de peregrinos a su casa pero dentro de la prudencia de la Iglesia, Mons. Helvécio Gomes de Oliveira, le pidió a Lola que evitara las peregrinaciones y que “viviera una vida de silencio y privacidad”.

 

“En el libro de firmas de esta época, consta que 32.980 personas la visitaron en solo un mes y Lola les hacía a todos la misma solicitud: “confesarse, recibir la Comunión y hacer los primeros 9 viernes en honor al Corazón de Jesús”.

 

“Mons. Oscar permitió que el Santísimo Sacramento fuera expuesto en la habitación de Lola, donde también se realizaban Misas una vez a la semana. La comunión diaria era impartida por ministros laicos”, añadió sacerdote Vila.

 

 La sierva de Dios dedicó su vida a orar por los sacerdotes y a difundir la devoción al Sagrado Corazón de Jesús. Decía: “Quien quiera buscarme, en el Corazón de Jesús me encuentra”.

 

Falleció en abril de 1999 y a su entierro llegaron 12 mil fieles y 22 sacerdotes que querían despedirse de la mujer que tuvo una vida de fe ejemplar. En el año 2005, fue declarada por el Vaticano, Sierva de Dios.

 

“Desde entonces se cumple la promesa de Jesús en el Evangelio: ‘El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece y yo en él’ (Juan 6, 56). ¡Sierva de Dios Lola, ruega por nosotros!”, pidió el sacerdote.

 
 
Nota basada en información de Aciprensa
 
 

 

 

 
Nota enviada por la periodista Teresita González a webmaster