Jue. Abr 25th, 2024

Durante la Misa del Miércoles de Ceniza en la Basílica de Santa Sabina en Roma, el Papa Francisco destacó que la Cuaresma es un tiempo de conversión especial para «reconciliarnos con Dios» y animó a los fieles a vivir estos días con oración, ayuno y limosna.

La Eucaristía fue precedida por una procesión penitencial que contó con la participación de cardenales, obispos, monjes y dominicos. En su homilía, el Papa subrayó que el rito de la ceniza nos guía hacia el camino de regreso y nos invita a volver a nuestra verdadera naturaleza y a Dios y a nuestros hermanos. Además, hoy marca el 22 aniversario de la creación del cardenalato de Jorge Mario Bergoglio, quien ahora es el Papa Francisco.

“Nosotros tenemos la vida mientras que Él es la vida. Él es el Creador, mientras nosotros somos frágil arcilla que se moldea en sus manos. Nosotros venimos de la tierra y necesitamos del Cielo, de Él. Con Dios resurgiremos de nuestras cenizas, pero sin Él somos polvo”, aseguró el Santo Padre.

La Cuaresma, continuó el Papa Francisco, “es el tiempo favorable para convertirnos, para cambiar la mirada antes que nada sobre nosotros mismos, para vernos por dentro”.

“Cuántas distracciones y superficialidades nos apartan de lo que es importante. Cuántas veces nos centramos en nuestros deseos o en lo que nos falta, alejándonos del centro del corazón, olvidándonos de abrazar el sentido de nuestro ser en el mundo”, advirtió.

El Papa destacó asimismo que “la Cuaresma ciertamente es el tiempo favorable para volver a lo esencial, para despojarnos de lo que nos pesa, para reconciliarnos con Dios, para reavivar el fuego del Espíritu Santo que habita escondido entre las cenizas de nuestra frágil humanidad”.

La Cuaresma, continuó, “es un tiempo de verdad para quitarnos las máscaras que llevamos cada día aparentando ser perfectos a los ojos del mundo; para luchar, como nos ha dicho Jesús en el Evangelio, contra la falsedad y la hipocresía. No las de los demás, sino las nuestras”.

“La ceniza que hoy recibimos en la cabeza nos dice que cada presunción de autosuficiencia es falsa y que idolatrar el yo es destructivo y nos encierra en la jaula de la soledad”, remarcó el Papa Francisco.


Fuente: Aciprensa