Jue. May 2nd, 2024

En un día significativo, el 4 de octubre, coincidiendo con la festividad de San Francisco, se llevará a cabo la misa de apertura del Sínodo sobre la sinodalidad en la emblemática plaza de San Pedro. Este evento crucial para la Iglesia católica será acompañado por la publicación de la exhortación apostólica Laudate Deum, un documento esperado con gran anticipación.

El objetivo principal del Sínodo, según las palabras del Papa Francisco, es «escuchar, comprender y poner en práctica la voluntad de DIOS». Este enfoque refleja el espíritu de la Iglesia de abrir sus puertas a la voz del pueblo y discernir juntos el camino a seguir en comunión con la enseñanza y la voluntad divina.

La jornada del 4 de octubre también incluirá la primera congregación general, programada para la tarde. Durante esta sesión, se espera el saludo del Papa, donde compartirá sus perspectivas y orientaciones para el Sínodo. Además, se presentarán los informes del Secretario General y del Relator General, marcando así el inicio oficial de las discusiones y reflexiones profundas que se llevarán a cabo en las próximas semanas.

Este Sínodo, que tiene lugar en un momento crucial para la Iglesia y el mundo, representa un paso significativo hacia una Iglesia más participativa y dinámica. La sinodalidad, un principio fundamental en el pensamiento del Papa Francisco, busca involucrar a todos los miembros de la Iglesia en un proceso de discernimiento y toma de decisiones, reconociendo que cada bautizado tiene un papel importante en el camino de la fe.

A medida que comienza este Sínodo, los fieles de todo el mundo están llamados a unirse en oración, pidiendo la guía del Espíritu Santo para los líderes de la Iglesia y para todos los participantes en este proceso sinodal. La esperanza es que este evento no solo fortalezca la unidad dentro de la Iglesia, sino que también ilumine el camino hacia un futuro en el que la Iglesia continúe siendo un faro de esperanza y amor en un mundo que tanto lo necesita.

La misa con los nuevos cardenales y los participantes en el Sínodo

El 4 de octubre, fiesta del santo de Asís, del que tomó su nombre, Francisco inaugura la asamblea con una misa en la plaza de San Pedro. Concelebran los 21 nuevos cardenales creados en el Consistorio del 30 de septiembre y todo el Colegio Cardenalicio; estarán presentes los 464 participantes en el Sínodo, de los cuales 365 miembros, 54 mujeres con derecho a voto por primera vez, luego 20 delegados de las Iglesias Orientales y dos Obispos chinos nombrados por el Papa. Todos regresan de Sacrofano, donde vivieron tres días de retiro, marcados por las meditaciones del padre Timothy Radcliffe, misas celebradas por los obispos y varios momentos de oración. Se trata también de una nueva idea del Papa para recordar en primer lugar la dimensión espiritual de lo que Francisco ha aclarado en numerosas ocasiones: no se trata ni de un «parlamento» ni de una «sala de conferencias», de la que quiere que emerja el «espíritu eclesial, y no político». Empezando por la comunicación.

La nueva configuración

Los trabajos comenzarán mañana por la tarde en el Aula Pablo VI (y no en el Aula Nueva del Sínodo), y por la mañana se introducirá a los participantes en el uso del nuevo entorno, es decir, la serie de cámaras y tabletas ya instaladas en las distintas mesas para cada uno de los presentes con un software de traducción instalado en su interior para leer y descargar documentos, pedir la palabra y votar.

También una forma de «evitar el desperdicio de papel». El Sínodo se presenta así con cara verde, también debido a la elección de la Secretaría General de compensar parte de las emisiones residuales de CO2 gracias a proyectos capaces de generar un «crédito» de carbono capaz de equilibrar la «deuda» acumulada. Un paso casi «debido» en vista de la publicación de la Laudate Deum, la exhortación apostólica que sigue a la encíclica Laudato si’, el mismo día de la apertura del Sínodo.

La primera Congregación General con el saludo del Papa

A las 16.15 horas se celebrará la primera congregación general en presencia del Papa, que pronunciará un saludo seguido del informe del Secretario general, el cardenal Mario Grech, y del Relator general, el cardenal Jean Claude Hollerich. También el cardenal Hollerich ilustrará a todos los participantes el Instrumentum laboris, documento básico del trabajo de los padres y madres sinodales y que es fruto de las aportaciones de las mencionadas etapas diocesana y continental y que recoge la experiencia de las Iglesias en el mundo que sufren por las guerras, las desigualdades, la pobreza, por las heridas de los abusos, o que piden reconocer el papel de las mujeres y de los laicos y renovar el lenguaje de la Iglesia en diversos campos.

Reflexiones y actividades

Estos son los temas principales en el centro de las 21 congregaciones generales y 35 grupos de círculos más pequeños, divididos en cinco idiomas (inglés, italiano, español, portugués, francés) que tendrán lugar a partir del 5 de octubre. Cuatro semanas marcadas también por intervenciones en las aulas o en los distintos círculos, para reflexiones sobre la unidad, el espíritu misionero, la autoridad en la Iglesia, para la elaboración de métodos y de informes resumidos que desembocarán en el documento final, para las Misas diarias celebradas en el Altar de la Cátedra. El Sínodo sobre la sinodalidad se caracterizará luego por momentos peculiares como la oración por los inmigrantes en la Plaza de San Pedro el 19 de octubre, en la que también deberá participar el Papa, y el rezo del Rosario en los Jardines Vaticanos el día 25. Finalmente, el 29 de octubre, la clausura solemne con la celebración Eucarística del Pontífice nuevamente en la Plaza de San Pedro.


Fuente: Infocatólica