El comunicado que intenta aclarar lo sucedido el pasado 11 de junio en Budrio, cuando una pareja gay fue “bendecida” durante una misa tal y como ha documentado la Brújula Cotidiana, es en realidad un concentrado de mentiras para negar la evidencia y desviar así la posición que el cardenal sostiene sobre las uniones entre personas del mismo sexo.
“Inmediatamente después, en la iglesia de enfrente, celebraremos una misa de acción de gracias/confianza por nuestra vida en común”. En cualquier caso, está claro que la misa en cuestión era para Pietro y Giacomo y no, genéricamente, para el grupo In cammino. Incluyendo la aceptación de las uniones homosexuales. In cammino no se toma en serio la doctrina de la Iglesia sobre el género y la homosexualidad, simplemente quiere cambiarla o, mejor dicho, subvertirla.
Algo con lo que el cardenal Zuppi está de acuerdo, evidentemente. Y a este respecto, el comunicado habla de una presencia en la diócesis desde hace treinta años, como para dar la impresión de continuidad entre el actual arzobispo y sus predecesores, los cardenales Giacomo Biffi y Carlo Caffarra. Todo cambió con la llegada del cardenal Zuppi, que inmediatamente invitó al grupo a salir a la luz y su actividad pasó a formar parte de la pastoral diocesana. Y lo mismo hace el comunicado de la archidiócesis de Bolonia, citando de forma parcial, errónea y engañosa la carta a los obispos del entonces Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el cardenal Joseph Ratzinger, fechada el 1 de octubre de 1986.
En realidad, esta cita está tomada del documento final del Sínodo de los Jóvenes , que sólo en la segunda parte de la frase –la persona no puede ser definida sólo por la orientación sexual- retoma el concepto expresado en el n 16 de la Carta de Ratzinger sobre la atención pastoral a las personas homosexuales. “Esta Congregación, por consiguiente, anima a los obispos para que promuevan en sus diócesis una pastoral que, en relación con las personas homosexuales, esté plenamente de acuerdo con la enseñanza de la Iglesia. Ningún programa pastoral auténtico podrá incluir organizaciones en las que se asocien entre sí personas homosexuales, sin que se establezca claramente que la actividad homosexual es inmoral. Una actitud verdaderamente pastoral comprenderá la necesidad de evitar las ocasiones próximas de pecado a las personas homosexuales”.
Por si no quedaba claro, el documento de la Congregación para la Doctrina de la Fe condena claramente actividades como las del grupo In cammino y la pastoral que defiende el cardenal Zuppi, incluida la bendición de parejas homosexuales. Nos encontramos, por tanto, ante una auténtica sinvergonzonería, un consciente y colosal trabajo de mistificación para demostrar que “la Iglesia de Bolonia” está “en plena armonía con el Magisterio y la Doctrina de la Iglesia”.