La VII Jornada Mundial de los Pobres, instituida por el Papa Francisco, se llevó a cabo en la Arquidiócesis de Bogotá con una emotiva y solidaria celebración en el barrio El Codito, el pasado domingo 19 de noviembre. La actividad, presidida por el cardenal Luis José Rueda Aparicio, reunió a más de 250 familias de la localidad de Usaquén en un encuentro de fraternidad y servicio.
En esta jornada de compartir fraterno, las parroquias del arciprestazgo 7.5 se unieron en un gesto solidario y humano hacia las comunidades de El Codito. Bajo la consigna «No Apartes tu rostro del pobre», se congregaron para compartir el pan de la Palabra, celebrar la Eucaristía y disfrutar de un desayuno comunitario.
El cardenal Rueda, en su homilía durante la Eucaristía, destacó la importancia de reconocer y multiplicar los talentos de cada individuo, fomentando la colaboración y el trabajo en comunidad. Subrayó la relevancia de unirse como una sola Iglesia para escuchar, reconocer y cuidar a los más necesitados.
La jornada también contó con la participación del coro de la Fundación Música en los Templos, cuyas voces resonaron junto a los presentes, reforzando el mensaje de esperanza y unidad. Además, el Banco de Alimentos de Bogotá realizó una valiosa ofrenda, proporcionando frutas, verduras y alimentos no perecederos a los asistentes, en un gesto de generosidad que cerró esta significativa jornada.
El cardenal Rueda, al concluir la celebración, elevó una oración a la Virgen María, madre de los pobres, en un momento de devoción y súplica por la solidaridad, la generosidad y la fraternidad entre todos los miembros de la comunidad.
En esta ocasión especial, la Arquidiócesis de Bogotá, siguiendo el llamado del Papa Francisco, reafirmó su compromiso con los más necesitados y, a través de esta jornada, reavivó el espíritu de servicio y amor por el prójimo.
Fuente y fotos: El catolicismo – Arquidiócesis de Bogotá
