Dom. Abr 28th, 2024

La reciente declaración doctrinal del Vaticano que permite impartir bendiciones no litúrgicas a parejas del mismo sexo ha generado una profunda división entre los obispos católicos de todo el mundo. Mientras algunos líderes eclesiásticos acogen con satisfacción la noticia, otros la reciben con cautela y un tercer grupo rechaza firmemente su implementación.

En naciones como Austria, Alemania y Francia, varios líderes de la Iglesia Católica han expresado una cálida aceptación de las nuevas directrices sobre las bendiciones. Las conferencias episcopales de Alemania y Austria han sugerido que los sacerdotes no deberían negarse a impartir bendiciones a parejas homosexuales.

Por otro lado, en países como Estados Unidos, Filipinas, Ucrania, Ghana y Kenia, los líderes de la Iglesia Católica han aceptado en su mayoría la declaración, aunque instan a ser cautos en su aplicación. Argumentan que esto es para evitar cualquier malentendido que pueda llevar a la gente a creer erróneamente que la Iglesia avala la actividad homosexual.

Sin embargo, en al menos tres países, específicamente Kazajstán, Malawi y Zambia, los líderes de la Iglesia se oponen rotundamente a implementar la declaración en su totalidad. Dos obispos kazajos han adoptado una postura particularmente crítica, llegando incluso a reprender al Papa Francisco por aprobar la declaración.

La declaración, titulada «Fiducia Supplicans», permite bendiciones pastorales «espontáneas» para «parejas del mismo sexo» y otras parejas en «situaciones irregulares». No autoriza bendiciones litúrgicas para parejas homosexuales y establece que estas bendiciones pastorales no deben llevarse a cabo «simultáneamente con ritos civiles de unión, ni tampoco en conexión con ellos», ni hacer uso de «vestimentas, gestos o palabras propias de un matrimonio».

Parte del apoyo más entusiasta a la declaración del Vaticano provino de altos funcionarios de la Iglesia en Austria, Alemania y Francia. 

El Arzobispo de Salzburg, Mons. Franz Lackner, que preside la Conferencia Episcopal de Austria, expresó “alegría” por la declaración del Vaticano, según una entrevista con Österreichischer Rundfunk, un medio de comunicación público austriaco.

El arzobispo afirmó que una relación entre un hombre y una mujer es «ideal», pero «una relación entre dos del mismo sexo no está del todo exenta de verdad: el amor, la lealtad e incluso las dificultades se comparten entre sí».

Mons. Lackner indicó que es difícil hablar de un “deber” en términos de vida religiosa, pero que “básicamente, [un sacerdote] ya no puede decir no” a bendecir a una pareja homosexual.

Los vecinos de Austria al norte, en Alemania, también están adoptando la declaración

El Obispo de Limburgo, Mons. Georg Bätzing, que lidera la Conferencia Episcopal Alemana, señaló que está «agradecido por la perspectiva pastoral que adopta [la declaración]», que, según él, «señala la importancia pastoral de una bendición que no puede rechazarse por petición personal».

El prelado consideró que las bendiciones para las parejas homosexuales son diferentes a las de un matrimonio. Indicó que “una simple bendición no necesita ni puede requerir las mismas condiciones morales que se requieren para recibir los sacramentos”.

En Francia, el Arzobispo de Sens y Auxerre, Mons. Hervé Giraud, manifestó al medio católico francés La Croix que la declaración proporciona “otra idea de bendición, una bendición de crecimiento y no una bendición de puro reconocimiento” y sugirió que él mismo podría bendecir a las parejas homosexuales. 

“Yo mismo podría dar una bendición a una pareja del mismo sexo, porque creo que se basa en una hermosa idea de bendición, según el Evangelio y el estilo de Cristo”, afirmó Mons. Giraud.

Los obispos que adoptan un enfoque más cauteloso

Numerosos obispos de todo el mundo han aceptado la declaración del Vaticano, pero han advertido contra la tergiversación de las directrices de una manera que sugiera que la Iglesia aprueba las conductas homosexuales. 

La Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos publicó un comunicado que destacó la “distinción entre bendiciones litúrgicas (sacramentales) y bendiciones pastorales” y expresó: «La doctrina de la Iglesia sobre el matrimonio no ha cambiado, y esta declaración lo afirma, al tiempo que se esfuerza por acompañar a las personas mediante la impartición de bendiciones pastorales, porque cada uno de nosotros necesita el amor sanador y la misericordia de Dios en nuestras vidas.»

Los enfoques diocesanos han sido variados. Algunos obispos, como Mons. Andrew Cozzens, Obispo de Crookston, Minnesota (Estados Unidos), han enfatizado la continua prohibición de las actividades homosexuales por parte de la Iglesia: «Nos es imposible bendecir una unión entre personas del mismo sexo… [pero] podemos bendecir a personas que aún no viven de acuerdo con el Evangelio», señaló el Obispo.

Otros, como el Cardenal Blase Cupich, Arzobispo de Chicago (Estados Unidos), recomendaron que el documento del Vaticano era un paso positivo para la Iglesia. «Damos la bienvenida a esta declaración, que ayudará a muchos más en nuestra comunidad a sentir la cercanía y la compasión de Dios», expresó el purpurado. 

Mons. Sócrates Villegas, Arzobispo de Lingayen-Dagupan (Filipinas) adoptó un enfoque similar, que enfatiza las enseñanzas de la Iglesia sobre el comportamiento homosexual, diciendo que las bendiciones adecuadas para las parejas en situaciones irregulares serían “pedirle a Dios que tenga piedad de ambos y les dé la gracia de la conversión para que puedan regularizar sus relaciones”.

«Los sacerdotes invitados a bendecir a las parejas en situaciones irregulares deben elegir las palabras apropiadas para revelar esta intención de la Iglesia», señaló el arzobispo.

El comunicado de la Conferencia de Obispos Católicos Romanos de Ucrania puntualizó de manera similar que el documento no proporciona “ningún ‘permiso’ o ‘bendición’ para la cohabitación homosexual o cualquier vida en pecado». Los obispos también criticaron la redacción del documento. 

«Lo que echamos en falta en el documento es que no deja claro que el Evangelio llama a los pecadores a la conversión, y sin una llamada a abandonar la vida pecaminosa de las parejas homosexuales, la bendición puede parecer una aprobación», puntualizan.

Los obispos de algunos países africanos, como Ghana y Kenia, también subrayan, al comentar la declaración, que la Iglesia no aprueba las actividades homosexuales.

«Si una pareja gay acude al sacerdote para bendecirlos y el Papa dice que está bien, estás bendiciendo a las personas y no a la unión», afirmó el Obispo de Sunyani, Mons. Matthew Kwasi Gyamfi, presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Ghana, en una entrevista con Eyewitness News.

La Conferencia de Obispos Católicos de Kenia emitió también una comunicado en el que señalaba que la Iglesia trabaja para “recuperar a los perdidos y redirigir a todos los pecadores a la fuente de la salvación y de la vida eterna”, pero no respalda comportamientos pecaminosos, como la actividad homosexual. 

“Al bendecir a las personas, no bendecimos las acciones inmorales que puedan realizar, sino que esperamos que las bendiciones y las oraciones ofrecidas sobre ellos como seres humanos los provoquen a la conversión y a regresar a los caminos del Señor”, escribieron en el comunicado.

Los obispos de tres países se niegan a aplicar la declaración del Vaticano

En al menos tres países —Kazajstán, Malawi y Zambia— hay obispos católicos que se niegan a implementar la declaración del Vaticano de ninguna manera.

El Arzobispo de Santa María en Astana (Kazajstán), Mons. Tomash Peta, y su Obispo Auxiliar, Mons. Athanasius Schneider, amonestaron al Papa Francisco y argumentaron que la bendición de las parejas homosexuales es un “gran engaño” y un “mal” que tiene “consecuencias destructivas y de largo alcance”. 

«Bendecir a las parejas en situación irregular y a las parejas del mismo sexo es un grave abuso del Santísimo Nombre de Dios, ya que este Nombre se invoca sobre una unión objetivamente pecaminosa de adulterio o de actividad homosexual», se lee en la declaración conjunta. Los obispos aseguran que la Iglesia se convierte en “una propagandista de la ‘ideología de género’ globalista e impía” si permite tales bendiciones. 

Los obispos prohibieron a los sacerdotes de esa arquidiócesis realizar tales bendiciones, pidieron al Papa Francisco que revoque la declaración y afirmaron que el Santo Padre “no camina rectamente según la verdad del Evangelio”, citando la epístola de San Pablo a los Gálatas. 

La Conferencia Episcopal de Malawi emitió un comunicado señalando que no permitiría a sus sacerdotes bendecir las uniones homosexuales, pero no criticó directamente al Papa Francisco. Más bien, su declaración expresa que «ciertas interpretaciones erróneas… han generado interés, temores y preocupaciones entre los católicos». 

«Indicamos que, por razones pastorales, en Malawi no se permiten bendiciones de ningún tipo ni uniones entre personas del mismo sexo de ningún tipo», expresaron.

Los obispos del vecino occidental de Malawi, Zambia, emitieron un comunicado similar, negándose a permitir que sus sacerdotes bendijeran a las parejas homosexuales. 

El documento de la Conferencia de Obispos Católicos de Zambia señaló que la declaración del Vaticano “no es ni debe entenderse como un respaldo a las uniones entre personas del mismo sexo”, y señaló que las Escrituras “presentan los actos homosexuales como actos de grave depravación”. 

Para evitar confusión y garantizar que el clero no viole ninguna ley de Zambia, el comunicado señala que el documento del Vaticano será «tomado para una mayor reflexión y no para su implementación en Zambia».