Vie. Mar 29th, 2024

«El verdadero ayuno es ayudar a tu prójimo; Mientras que el ayuno falso mezcla la religiosidad con los tratos sucios. También está el ayuno hipócrita, que es un ayuno que te hace ver a ti mismo como justo, pero mientras tanto prácticas iniquidades, no eres justo, explotas a la gente», este fue la reflexión del Papa Francisco durante la homilía de la Santa Misa celebrada en la Casa Santa Marta el miércoles de Ceniza del pasado año.

 

EL Papa Francisco centró su reflexión en la diferencia que existe entre el ayuno verdadero y el falso ayuno. Citando algunos pasajes bíblicos el Papa Francisco indicó cuál es el ayuno que agrada a Dios. A continuación sus palabras.

 

El Ayuno.

Las lecturas del día hablan de ayuno; Es decir, de la penitencia que estamos llamados a hacer en este tiempo de Cuaresma, para acercarnos al Señor.

Dios se deleita en el «corazón contrito», dice el salmo, en el corazón de aquel que se siente pecador, que sabe que es un pecador.

 

El falso ayuno.

En la primera Lectura, tomada del Libro del Profeta Isaías, Dios reprende la falsa religiosidad de los hipócritas que ayunan, mientras que al mismo tiempo llevan a cabo sus propias actividades, oprimiendo a sus obreros, golpeando con una garra perversa: con una mano, haciendo penitencia, mientras que, con la otra, siendo injustos, haciendo «tratos sucios».

El Señor nos llama, en cambio, a un verdadero ayuno, dónde estamos atentos a nuestro prójimo.

 

 

 

El ayuno hipócrita.

Por otro lado, hay un ayuno que es hipócrita, es la palabra que Jesús usa tan a menudo, un ayuno que te hace ver a ti mismo como justo, o te hace sentir justo, pero mientras tanto he practicado iniquidades, no soy justo, explotó a la gente.

Pero, alguien podría decir, «Yo soy generoso, yo doy una buena ofrenda a la Iglesia».

Pero dime: «¿podrías pagar un salario justo con tu ayuda? ¿Pagas a tus empleados por debajo de la mesa? ¿O como lo exige la ley, suficiente para que puedan alimentar a sus hijos?».

 

El ayuno verdadero.

EL Papa Francisco, citando el pasaje bíblico del Profeta Isaías, donde el Señor le dice a los hipócritas acerca del verdadero ayuno, comentó que este pasaje parece hablarnos hoy en día:

 

«Este es el ayuno que yo amo: soltar las cadenas injustas, desatar los lazos del yugo, dejar en libertad a los oprimidos y romper todos los yugos; compartir tu pan con el hambriento y albergar a los pobres sin techo; cubrir al que veas desnudo y no despreocuparse de tu propia carne»

 

«Pensemos en estas palabras, pensemos en nuestros propios corazones, ¿cómo ayunamos, oramos, damos limosnas?

 

Y esto nos ayudaría a pensar sobre cómo nos sentiríamos acerca de un hombre que, después de una comida que cuesta 200 euros, por ejemplo, regresa a su casa y ve a alguien hambriento, y no lo mira y sigue caminando. Nos haría bien pensar en eso.

 

Fuente: Píldoras de Fe