Este domingo 15 de noviembre la Iglesia católica celebra la cuarta Jornada Mundial de los Pobres, con el lema “Tiende tu mano al pobre” (Si 7,32)
El padre Enán Xavier Humánez Almario, subdirector del Secretariado Nacional de Pastoral Social – Cáritas Colombiana, entidad eclesial que promueve esta jornada en Colombia, expresó que estamos en un momento crucial en el que se nos presenta como gran reto ayudar desinteresadamente a los más pobres y necesitados.
Explicó el padre Humánez que es importante no supeditar la ayuda a un proyecto pastoral o social, sino que es necesario ir más allá en este propósito, y puso el ejemplo del personal de la salud y administrativo de clínicas y hospitales, quienes en este tiempo de pandemia han ofrecido un gran servicio a los enfermos por causa del covid-19. “Estas personas no calculan el tiempo de trabajo para servir a los demás, ni tampoco han escatimado esfuerzos para brindar su ayuda”.
Así mismo, resaltó la labor de tantos sacerdotes, religiosos-as y laicos que durante la pandemia se han entregado de manera desinteresada y misericordiosa para apoyar las necesidades, tanto materiales como espirituales, de los que en este tiempo lo han requerido, ofrendando con ello hasta su vida. “Muchos de ellos se han donado para servir en esta pandemia, sin medir las consecuencias de una seguridad, sino que donándose por servir a los demás en el amor encontraron allí la respuesta inspirada en Jesucristo”.
Igualmente, inspirado en el capítulo 25 del evangelio de Mateo (versículos 35 y siguientes), que nos propone el Papa Francisco como reflexión: “Porque tuve hambre y me diste de comer, tuve sed y me diste de beber, estuve en la cárcel y me visitaste, desnudo y me arropaste”, el sacerdote pidió no ser indiferentes ante el dolor de tantos que sufren. “El Papa no nos está invitando a meternos las manos en los bolsillos como han hecho algunos de manera indiferente o ignorando a los más necesitados, sino que nos invita a que nuestras manos prodiguen el verdadero sentido de donar que es el brindar amor y servir a los demás”.
En este contexto, recordó cómo el Pontífice, permanentemente, invita a trascender las obras de caridad y gestos bondadosos tendiendo las manos a los pobres, a los migrantes, desahuciados, enfermos, entre otros: “Esto quiere decir ayudar sin mirar a quien, no importa ni la raza, ni el país, ni la religión, ni su condición humana (…) De hecho, en su última encíclica, Fratelli Tutti (Hermanos Todos), nos recuerda que si debemos empezar de cero, debemos empezar por los últimos, es decir, por los que han sido abandonados”.
Finalmente, animó para que esta jornada no pase desapercibida en ningún ambiente, por lo que invitó a que este domingo, en las parroquias y en los hogares, se tengan gestos de solidaridad y de esperanza con aquellas personas que lo necesitan.
Fuente: Conferencia Episcopal de Colombia