Mié. May 1st, 2024

Monseñor Miguel Cabrejos, presidente de la Conferencia Episcopal peruana y del Consejo Episcopal Latinoamericano, llamó a los actores implicados en el desastre ocurrido en el mar de Ventanilla a asumir sus responsabilidades para remediar con urgencia el enorme daño ambiental que generó el derrame de 6.000 barriles de petróleo.

 

El prelado advirtió que el lamentable hecho afectó dos áreas protegidas y su ecosistema, particularmente un gran número de especies de aves y plancton, lo que ha generado graves consecuencias para el desarrollo de la vida de cientos de pescadores que habitan en la zona.

 

Recordando que Dios encargó al hombre «cultivar» y «cuidar» la tierra que había hecho con amor paternal, advirtió que la rica biodiversidad del país es un don que debe cuidarse por lo que es necesario actuar con celeridad para resolver esta problemática.

 

¿Qué Sucedió?

En principio el derrame de petróleo se atribuyó a la erupción volcánica en Tonga. Sin embargo, expertos en el tema exigieron a la empresa española Repsol que responda por el daño cuyos efectos podrían durar una década.


El vertimiento de petróleo se produjo el 15 de enero pero con el paso de los días se perciben con mayor fuerza las consecuencias.


Al parecer el derrame se presentó en medio de una operación de descarga en la refinería La Pampilla, ubicada en Ventanilla, uno de los distritos de la provincia de El Callao en inmediaciones de Lima.

 

Este territorio corresponde a nueve playas, la Reserva Nacional de Islas, Islotes e Islas Guaneras y la zona Reservada de Ancón. Las playas más perjudicadas están ubicadas desde la refinería La Pampilla hasta la playa Peralvillo.

 

 
Fuente. Oficina de comunicaciones del Celam