Vie. Sep 20th, 2024

Los Juegos Olímpicos de París 2024 han finalizado, Sin embargo, más allá de las luces y el espectáculo, varios atletas brillaron por su fe, dejando una profunda huella espiritual en un país conocido por su secularización.

Entre los destacados están los brasileños Rebeca Andrade, Gabriel Medina y Rayssa Leal, el croata Novak Djokovic y la británica Andrea Spendolini-Sirieix, quienes mostraron al mundo que la verdadera victoria reside en la fe en Dios y la vida eterna.

Julien Alfred, la joven velocista de Santa Lucía, se coronó como la «mujer más veloz del mundo» al ganar el oro en los 100 metros y plata en los 200 metros. Con humildad y gratitud, expresó: “Estoy feliz. Siempre que gano le doy gracias a Él. Le doy gracias a Dios por darme la fuerza para haber llegado tan lejos”.

Por su parte, Noah Lyles, quien se llevó el oro en los 100 metros planos para varones, compartió su gratitud a Dios en una entrevista con Premier Christian Radio: “Le doy gracias a Dios por permitirme pasar por cada ronda con salud, mental y psicológica”.

Estos atletas no solo alcanzaron la gloria olímpica, sino que también inspiraron a millones al recordarnos que, en medio de las pruebas y los triunfos, la fe puede ser un pilar inquebrantable.

Nicola Olyslagers, australiana de 27 años que compitió en salto alto obteniendo la medalla de plata, también es conocida por su fe cristiana, es cofundadora del ministerio Everlasting Crowns (Coronas eternas), que busca “ver a los hermanos atletas transformados por el amor perfecto de Jesús”.

“¡Eres elegido, amado y recibes más de lo que necesitas para hacer exactamente aquello a lo que estás llamado!”, escribió en su cuenta de Instagram en una publicación con un video donde muestra su participación en París 2024.

Hezly Rivera, gimnasta de 16 años que obtuvo la medalla de oro en la competencia por equipos junto a Simon Biles y Jordan Chiles, entre otras, compartió la foto del equipo tras la premiación, concluyendo una frase con la cita Bíblica de Isaías 40, 31 que dice: “pero los que esperan en el Señor renovarán sus fuerzas; se remontarán con alas como las águilas, correrán y no se cansarán, caminarán y no se fatigarán”.

La estrella del atletismo de Estados Unidos Sydney McLaughlin-Levrone, quien rompió su propio récord mundial y ganó la medalla de oro en la prueba de 400 metros con vallas, atribuye su éxito a Dios. “¡Honestamente, alabado sea Dios! No esperaba eso, pero Él puede hacer cualquier cosa. Todo es posible en Cristo. Así que sí, estoy simplemente asombrada, desconcertada y en shock”, compartió.

La deportista Emily Froelich, del equipo de remo de Estados Unidos, comentó en EWTN News in Depth que ha percibido que ahora, en París 2024, “Dios quería ser glorificado en este evento y que la gente que asista también represente a Cristo. Tal vez parezca que Dios no es tan glorificado, pero las vidas de muchos han sido tocadas”.

Para John Malone, padre de Brody Malome, quien obtuvo la medalla de bronce en la competencia de gimnasia por equipos, no es este logro lo que más orgullo le da, sino la fe en Cristo que tiene su hijo.

“Como padres, estamos llamados a criar personas buenas y productivas. Como cristianos, se nos enseña a criar a nuestros hijos como personas amorosas, cariñosas y amables, y [Brody] es absolutamente eso. Eso es él en pocas palabras, y eso es lo que realmente quiero que todos vean”, comentó.

El joven skater canadiense Cordano Russell aprovechó la presentación de la prueba en la que participó en París 2024 para recordar que “Jesús es el Rey”.

La atleta alemana Yemisi Ogunleye, ganadora de la medalla de oro en lanzamiento de bala, contó que “antes del último intento, no pensé en nada, simplemente levanté mis manos y oré”.

“Y eso puede parecer extraño para algunas personas, pero esa es realmente la fuente de mi paz y alegría. Después de ver dónde llegó el tiro, cuando supe que con suerte sería suficiente para la medalla de oro, simplemente me arrodillé y dije: ‘Gracias, Jesús’”, según informa Christianity Today.

Marileidy Paulino, la dominicana ganadora de la medalla de oro en los 400 metros planos, también dio gracias a Dios tras su triunfo. “Estoy muy agradecida con Dios por mí misma, por mi trabajo. He trabajado muy duro para lograr este objetivo”. “Estoy muy feliz, todavía no puedo creer que esto haya sucedido. Era ir por el récord mundial o por el récord olímpico, y gracias a Dios logré el récord olímpico”, agregó la joven, según refiere World Athletics.

Pero no todos dieron gracias al Señor por los triunfos, la británica Cynthia Sember, que sufrió una caída en la carrera de 100 metros con vallas y no concluyó la carrera, también ofreció una reflexión centrada en Dios.

“Nadie entrena por años para que algo así suceda. En un segundo, todo por lo que has trabajado muy duro se acaba”, compartió en Instagram.