Sáb. Sep 7th, 2024

Del 19 al 21 de junio, la ciudad de Barranquilla fue el escenario de la última jornada de formación del proyecto ‘Iglesias Particulares Seguras y Protectoras’, una iniciativa de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) apoyada por la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos. Este proyecto tiene como objetivo promover la atención y prevención de abusos y violencias en todas las regiones del país.

La jornada reunió a alrededor de 500 participantes, incluidos obispos, sacerdotes, consagrados y laicos provenientes de la Arquidiócesis de Barranquilla y de las diócesis de Riohacha, Santa Marta, Valledupar y El Banco, las cuales conforman la Provincia Eclesiástica de Barranquilla.

Durante esta última fase, se realizaron diversos talleres y conferencias enfocadas en la cultura del cuidado, abordando temas como los desafíos sociales y eclesiales, la creación de entornos protectores y la atención a víctimas. También se presentaron las líneas guía y operativas, así como las buenas prácticas propuestas por la CEC. Estos espacios de formación estuvieron dirigidos por miembros del Consejo Nacional para la Cultura del Cuidado, el Departamento de Comunicaciones de la Conferencia Episcopal y monseñor Pedro Mercado, presidente del Tribunal Eclesiástico de Bogotá.

Diana Suárez, psicóloga y miembro del Consejo Nacional para la Cultura del Cuidado, destacó la importancia del encuentro para abordar la problemática de la violencia sexual en cada territorio de la Provincia de Barranquilla. Enfatizó la necesidad de reconocer la realidad de estos problemas y evaluar los factores de protección que favorezcan el cuidado de niños, niñas y adolescentes.

La doctora Ilva Myriam Hoyos, presidenta del organismo de la CEC encargado de la cultura del cuidado, describió estos tres días de formación como un encuentro fraterno de una “Iglesia viva, actuante y alegre”.

Monseñor Pablo Emiro Salas Anteliz, arzobispo de Barranquilla, subrayó que los prelados de las cinco Iglesias particulares coincidieron en la importancia de que estas jornadas de formación fueran obligatorias para sus cleros, asegurando así la máxima relevancia y compromiso en la prevención y atención de abusos.

Con esta jornada, la Iglesia colombiana reafirma su compromiso con la creación de ambientes seguros y protectores, reflejando una cultura del cuidado que pone en el centro a los más vulnerables y que promueve una Iglesia más consciente y responsable.

Monseñor Bacci Trespalacios, indicó también que ahora cada Iglesia particular tiene como tarea no solo divulgar los contenidos abordados, sino también profundizar en cómo hacer vida la cultura del cuidado en todos los ámbitos eclesiales.

Una cultura del cuidado que no se agota en las jornadas de las provincias


“Es muy importante reconocer que el ejercicio no se puede quedar solamente en esta capacitación o en las capacitaciones realizadas en las diferentes provincias. Es necesario que esta información también sea comunicada con los diferentes miembros que hacen parte de los ambientes eclesiales y de allí la importancia de realizar un trabajo muy riguroso con las comunidades”, señaló la doctora Diana Suárez. 


La piscóloga, quien, además, coordina la Oficina del Buen Trato de la Arquidiócesis de Bogotá, señaló también la necesidad de sensibilizar a los agentes de evangelización y a los padres de familia sobre los riesgos que hay en el entorno digital para los menores y en las normas específicas para el cuidado y la protección de todos los que hacen parte del ambiente eclesial. Además, brindar un acompañamiento integral a las personas que han sufrido a causa de abusos o violencias, sin riesgo a revictimizarlas. 

Al cierre de estas jornadas, monseñor Pedro Mercado, indicó que, a pesar de que la primera parte del proyecto se ha cumplido, la labor pedagógica debe continuar, de manera especial, con los futuros pastores de la Iglesia:  

Hay que acentuar todavía más la prevención e ir sobre todo a los seminarios para que la cultura del cuidado no llegue ya en un momento tardío de la formación sacerdotal, sino precisamente cuando se está gestando ese futuro ministro, ese futuro sacerdote, servidor del pueblo de Dios. De tal manera que, desde esa etapa temprana, la cultura del cuidado haga parte de su formación para un servicio integral a la Iglesia”, remarcó monseñor Mercado. 

De esta forma, concluyeron las jornadas de capacitación sobre atención y prevención de abusos implementadas por la Conferencia Episcopal de Colombia en once de las catorce provincias eclesiásticas del país, desde la iniciativa ‘Iglesias Seguras y Protectoras’. La Oficina para la Cultura del Cuidado continuará animando y articulando otros procesos formativos en diversas instituciones eclesiales bajo el propósito de aportar a la construcción del Sistema para la Cultura del Cuidado propuesto por los obispos en las ‘Líneas guía’.