Lun. Oct 14th, 2024

La tercera jornada de la Asamblea para la Región Centroamérica-México (CAMEX) se llevó a cabo en El Salvador desde el 13 de febrero como parte de la fase continental del Sínodo de la Sinodalidad. En esta etapa, los diez grupos de trabajo discuten y reflexionan sobre el Documento para la Etapa Continental utilizando el método de conversación espiritual. La espiritualidad es un factor clave para promover la escucha mutua y activa, y cultivar una espiritualidad de la escucha que integra la reflexión teológico-pastoral en el camino de la Iglesia.

Cada día, la asamblea comienza con un espacio de espiritualidad y culmina con la celebración de la Eucaristía para comunicar el cómo y el por dónde de este caminar. La perspectiva de corresponsabilidad y la inclusión de las familias son importantes para los participantes. La conversación espiritual se convierte en un instrumento para el discernimiento comunitario y el intercambio desde la escucha activa y receptiva. La comisión coordinadora del CELAM para el Sínodo de la sinodalidad invita a seguir construyendo una Iglesia sinodal en comunión, participación y misión.

Experiencias de fe

Para Mabel Montero, Secretaria Ejecutiva del Consejo Nacional de Familia y Vida de Panamá, “en esta Asamblea Regional estamos viviendo una experiencia de fe y de esperanza en nuestra Iglesia, que en mi caso la vivo desde el ámbito de la familia y en una perspectiva incluyente”. La laica panameña subraya la necesidad de “incluir a nuestras familias en este ‘caminar juntos’ que nos llama a la conversión”.

De igual forma, la religiosa Laura Yax, MDR, vicepresidenta de la Conferencia de Religiosas y Religiosos de Guatemala, comenta que en esta Asamblea Regional “estamos haciendo realidad el sueño de la sinodalidad, a través de los diversos carismas, ministerios y pastorales que estamos aquí reunidos y que nos hemos sentado juntos, en un mismo espacio, para escucharnos, con la participación de obispos, religiosas, hermanos y hermanas laicos, sacerdotes”.

“Juntos, movidos por el espíritu, estamos haciendo una escucha atenta de nuestros dolores y sufrimientos, pero también de nuestras esperanzas”, asevera la religiosa”.

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En la puesta en común que se realizó al final de la tarde, se recogieron los frutos de la conversación espiritual que se va tornando, progresivamente, en un instrumento para animar el discernimiento comunitario y el intercambio desde la escucha activa y receptiva, desde aquello que va tocando hondamente el corazón de cada participante y de los grupos de trabajo.


Fuente: Celam

Fuente: El Catolicismo