Vie. Sep 20th, 2024

La Catedral Primada de Colombia se vistió de solemnidad este mes de agosto para celebrar la ordenación episcopal de monseñor Edwin Vanegas Cuervo, quien asumió su nueva misión como obispo auxiliar de Bogotá. La ceremonia fue presidida por el cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y Primado de Colombia, en un acto que reunió a más de 300 sacerdotes, obispos de diversas regiones del país, seminaristas, diáconos, comunidades religiosas, familiares, amigos y laicos.

En su homilía, el cardenal Rueda destacó la responsabilidad del nuevo obispo en su misión de vivir en colegialidad con sus pares, mantenerse en comunión con el Papa y ser un custodio de la Casa Común. Enfatizó la importancia de la fraternidad, el ser discípulo misionero impulsado por el Espíritu Santo, y el caminar en sinodalidad junto al pueblo de Dios. «Ser peregrino de la esperanza y testigo de la misericordia eterna de Dios Padre es central en su ministerio», subrayó.

El cardenal también evocó el llamado evangélico a «remar mar adentro», confiando en el Señor, especialmente en una ciudad tan diversa y desafiante como Bogotá. Invitó a todos a buscar las periferias existenciales y geográficas, enfrentando los retos con Jesús como fuente de esperanza y transformación. “Cada nuevo intento en la evangelización es valioso, siempre con Jesús al centro de nuestra acción”, insistió.

En conclusión, el cardenal Rueda aseguró a monseñor Vanegas que en su ministerio contará con el amor y la gracia de Jesús, el apoyo de sus hermanos en el ministerio, y la fe del pueblo de Dios, recordando que juntos, con Jesús en el centro, podrán llevar esperanza y luz a todos los rincones de la ciudad-región de Bogotá.

“Soy creyente, soy sacerdote y soy obispo”

En sus primeras palabras como obispo auxiliar de Bogotá, monseñor Edwin hizo memoria agradecida ante el llamado que el Señor le ha hecho. Se refirió al cultivo de su vocación y a las personas: su familia, sacerdotes, religiosos y comunidad que lo han acompañado en este camino de respuesta generosa y fiel a Dios, Padre Misericordioso.


Destacó la bendición que ha sido “nacer en un hogar cristiano, lleno de amor, que me ha enseñado el valor de la vida, de la familia y del bien común. He sido enriquecido con el don inestimable de la fe … He sido educado para vivir los valores del Evangelio… Bendito sea Dios por ustedes, queridos papá y mamá: Pedro y Mariela… por ustedes, queridos hermanos, y por los miembros de mi familia…”


“Soy un sacerdote que ha sido bendecido al formar parte de esta iglesia arquidiocesana de Bogotá …Hoy hago memoria agradecida de los obispos que he tenido a lo largo de mi formación y vida sacerdotal: el cardenal Pedro Rubiano Sáenz, de sus manos recibí la ordenación diaconal y presbiteral, de quien aprendí la firmeza de la fe y el amor a la Iglesia; el cardenal Rubén Salazar Gómez, quien me confió la delicada tarea de la formación y el acompañamiento sacerdotal…Hoy agradezco la cercanía y aprecio de monseñor Luis José Rueda Aparicio…, con quien deseo aprender a ser un pastor misericordioso, con olor a oveja, misionero. Agradezco formar parte del colegio apostólico, especialmente en nuestro país, por mis hermanos obispo, entre los que cuento con verdaderos maestros y amigos”. Y agradezco por los sacerdotes que me formaron dentro y fuera del seminario… Gracias a los formadores y compañeros en el Seminario Mayor de Bogotá, al presbiterio arquidiocesano… Gracias a este pueblo santo, con el que me siento identificado como discípulo misionero”.


Finalmente, manifestó su anhelo de vivir la misión, como Iglesia en salida, que siembra esperanza, cuida la vida, promueve el desarrollo humano integral y construye una nación justa y en paz. 


“Ratifico la decisión firme de amar a Jesucristo, seguirlo, servirlo en medio de la comunidad de sus discípulos como padre, pastor y amigo. Con el corazón inflamado de la caridad, que se ha fortalecido en la experiencia de amar y haber sido amado”.


El episcopado colombiano dio la bienvenida al nuevo obispo


Finalizada la solemne eucaristía, monseñor Germán Medina, obispo electo de Engativá y secretario general de la Conferencia Episcopal de Colombia, dio la bienvenida a monseñor Edwin Vanegas al colegio episcopal. Expresó la alegría del episcopado colombiano y del pueblo de Dios que aquí peregrina, ante su acogida.


“Aquí tendrá ocasión de vivir la comunión y contribuir a las acciones conjuntas en favor la Iglesia…Es prometedor que haya elegido como lema episcopal la máxima paulina: SPE SALVI FACTI SUMUS, «en esperanza hemos sido salvados”, que marca en su servicio un horizonte amplio de acción”.


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