Vie. Abr 19th, 2024

Hace 54 años, un jueves 22 de agosto de 1968, en horas de la mañana, arribaba al aeropuerto El Dorado de Bogotá, el hoy Santo Pablo VI. Aún sigue intacto el recuerdo de su visita apostólica a Colombia, siendo el primer Pontífice en visitar América Latina.

El Santo Padre fue recibido por una comitiva encabezada por el presidente de la República colombiana, Carlos Lleras Restrepo, el Cardenal Arzobispo de Bogotá, Luis Concha Córdoba, y autoridades de la sociedad y de la Iglesia, además de la multitud de personas que salieron a darle la bienvenida por las calles de Bogotá. 

El Santo Padre llegó a Colombia cuando se vivían dos momentos de gran trascendencia para la Iglesia: primero, se celebraba el XXXIX Congreso Eucarístico Internacional, bajo el lema “Vínculo de amor”, también en ese momento se realizaba en la ciudad de Medellín, la Segunda Conferencia General del Episcopado Latinoamericano (CELAM).

Al referirse a esta visita, el padre Diego Alberto Uribe Castrillón, profesor de la Universidad Pontificia Bolivariana, de Medellín, observó que “cuando el Papa está en un lugar, por ese lugar pasa el meridiano de la Iglesia, es decir, allí está ubicada la sucesión apostólica, el Ministerio de Cristo puesto en el corazón de aquel que hace viva su presencia, su amor, su persona y su servicio”.

Al finalizar, evocó, la frase sencilla que pronunciara Pablo VI, durante la visita que efectuó a la Organización de Naciones Unidas un 04 de octubre de 1965: “Yo soy Pedro y tengo casi 2000 años”. Con ello, el sacerdote concluyó diciendo: “Qué bello poder recordar la presencia de ese magisterio vivo y el recuerdo de quién pasó por Colombia, ofreciéndonos la sabiduría de la fe, la alegría de la esperanza y el vínculo de amor, lema del Congreso de ese entonces, para hacer presente en el corazón del pueblo la voz de Dios en los labios y en los pies misioneros de Pedro”.


Fuente: Conferencia Episcopal de Colombia

Redacción: Natalia Monroy