Vie. Mar 29th, 2024

Ibeth Morales, de Perú, llegó junto a su madre en el año 2009 a España, con el fin de tener una mejor vida, justo después de terminar sus estudios, comenzó a trabajar y al año y medio quedó embarazada.

 

Cuando su prueba de embarazo dio positivo, en el centro médico, “Quien me hizo la ecografía me dio dos formularios: uno para rellenar con mis datos para darme una fecha para abortar. Y el otro, una carpeta con información de asociaciones de ayuda, en el caso de que quisiera tenerlo”, explicó en un video publicado por la Conferencia Episcopal Española (CEE).

 

 

La situación que afrontaba Ibeth en ese momento no era nada facil, pues el padre del niño se encantroba indocumentado, asi que tuvo que viajar a su país de origen a regularizas sus documentos y renovar la tarjtea de residencia, ademas tenia miedo que la obligaran a abortar y por su estado perdiera su trabajo; afortunanadamente, Ibeth encontro información en la Asociación Madrina, quienes la pusieron en contacto con la Asociación el Fruto de vientre.

 

En esa fundación, la cual es uno de los 250 centros para la familia y la defensa de que vida, encontró, “más que una ayuda económica o de cosas materiales, me dieron una ayuda espiritual, de cariño, de apoyo, de esperanza en que se puede salir adelante, en que has tomado una buena decisión porque traes una vida y que todo saldrá bien”.

 

Ibeth quedó tan agradecida con esa fundación que actualmente sigue colaborando con esa asociación ayudando a madres que viven su misma situación; afortunadamente, para Ibeth salieron muy bien las cosas, pues en la antigua empresa la llamaron para renovar el contrato y el padre del niño pudo volver a España, actualmente son una familia feliz y ambos cuentan con contratos estables.

 

“Somos muy felices, tener al niño fue la mejor decisión que pude tomar en mi vida, da sentido a todo lo que hago, porque lo hago pensando en mis hijos”, aseguró.

 

 

Fuente. Aciprensa

Redacción: Natalia Monroy