Dom. Oct 13th, 2024

Durante la Audiencia General de este miércoles 28 de septiembre, el Papa Francisco destacó la importancia de la oración y advirtió que “quien se aleja del Señor nunca está contento, incluso teniendo a su disposición una gran abundancia de bienes y posibilidades”. Al continuar con su serie de catequesis sobre el discernimiento que pronunció en la plaza de San Pedro del Vaticano, el Papa Francisco reconoció que “cuando tengo una oración que encuentro al Señor estoy alegre, cada uno de nosotros, estamos alegres, es algo bonito” y, por el contrario, “quien se aleja del Señor nunca está contento, incluso teniendo a su disposición una gran abundancia de bienes y posibilidades”. En esta línea, el Santo Padre subrayó la importancia de la oración y explicó que “la oración es una ayuda indispensable para el discernimiento espiritual, sobre todo cuando involucra a los afectos, consintiendo dirigirnos a Dios con sencillez y familiaridad, como se habla a un amigo” y explicó que “es saber ir más allá de los pensamientos, entrar en intimidad con el Señor, con una espontaneidad afectuosa”. De este modo, el Papa afirmó que “el secreto de la vida de los santos es la familiaridad y confidencia con Dios, que crece en ellos y hace cada vez más fácil reconocer lo que a Él le agrada”.

Además, el Santo Padre resaltó que en la oración y el discernimiento no existe “una certeza absoluta”, ya que “no es un elemento químico” sino que “se refiere a la vida, y la vida no siempre es lógica, presenta muchos aspectos que no se dejan encerrar en una sola categoría de pensamiento”. Por ello, el Papa recordó las palabras de San Pablo “no hago el bien que quiero, sino que obro el mal que no quiero” y reconoció que en ocasiones “queremos saber con precisión qué habría que hacer, pero, incluso cuando sucede, no siempre actuamos en consecuencia”.

Tristeza del joven rico

En este sentido, el Papa Francisco subrayó que “la tristeza o el miedo” son “signos de lejanía” de Dios y recordó el pasaje del Evangelio en San Mateo que describe el encuentro de Jesús con el joven rico. En esta línea, el Papa explicó que “Jesús nunca te obliga a seguirlo, nunca. Jesús te hace ver su voluntad, con su corazón, te hace saber las cosas. Pero, te deja libre, y esto es lo más bonito de la oración con Jesús, la libertad que te deja” y agregó que “en cambio, cuando nosotros nos alejamos del Señor, nos quedamos con algo de tristeza, con algo feo, en el corazón”. 

Así mismo, el Papa Francisco recordó la expresión del Santo John Henry Newman para explicar que “discernir no es fácil, porque las apariencias engañan, pero la familiaridad con Dios puede disolver suavemente dudas y temores, haciendo nuestra vida cada vez más receptiva a su amable luz”. “Los santos brillan con luz reflejada y muestran en los gestos sencillos de su jornada la presencia amorosa de Dios, que hace posible lo imposible”. Finalmente, el Santo Padre destacó que estar en la oración no significa decir palabras, palabras. Estar en la oración es abrir al corazón a Jesús.

Acercarse a Jesús, dejar que Jesús entre a mi corazón y nos haga sentir su presencia. Y allí, podemos discernir cuándo es Jesús, o cuándo somos nosotros con nuestros pensamientos, muchas veces lejanos de lo que quiere Jesús.


Fuente: Aciprensa

Redacción: Natalia Monroy