Al referirse al nuevo servicio pastoral encomendado por el Papa Francisco, monseñor Orlando Roa Barbosa, arzobispo electo de Ibagué, manifestó la alegría y compromiso que representa para él pastorear la Iglesia que lo vio nacer, crecer y en la que se forjó su vocación.
“Asumo una tarea en la iglesia que me vio crecer, en dónde están mis compañeros de estudio en el Seminario Mayor, en el Seminario Menor; en dónde están mis hermanos del presbiterio, con quienes trabajamos codo a codo durante muchos años en dinámicas pastorales muy importantes; en dónde están muchos de mis alumnos cuando fui rector del Seminario Mayor María Inmaculada; bueno, y en dónde está mi familia y la comunidad que me conoce”, precisa, notablemente emocionado.
Por ello, agrega, “con temor y temblor asumo esta tarea y agradezco de corazón la confianza que me han depositado (…) confiando que Dios me dará la gracia necesaria para responder con entrega generosa”.
Sobre los desafíos pastorales y evangelizadores que representa esta jurisdicción eclesiástica, se mostró agradecido por el “legado de todos aquellos obispos y arzobispos que han construido la espiritualidad de esta Iglesia Particular, que han ayudado a sus feligreses y sacerdotes a crecer en santidad”.
De otra parte, reconoció el camino por recorrer frente a la articulación pastoral de la provincia eclesiástica, de manera especial en temas de reconciliación y sana convivencia, animados por la Comisión Regional de Conciliación y Paz del Tolima.
“Hay que coordinar más trabajos entre la pastoral social de las diócesis hermanas de esta arquidiócesis: la pastoral social de Líbano- Honda, la pastoral social de El Espinal, de Neiva y de Garzón, con las propuestas de la Comisión Regional de Conciliación y Paz”.
Finalmente, el prelado invitó a trabajar por la paz y la reconciliación en la región, destacando que esto solo es posible desde la justicia, el desarrollo integral y el desmonte de los odios.