Mar. Abr 16th, 2024

“El Apóstol Santiago ha sido el portavoz de vuestras inquietudes y esperanzas, mientras veníamos peregrinando”, ha expresado el arzobispo, Julián Barrio, a los jóvenes en el acto de apertura de la PEJ en la plaza del Obradoiro. “¡La Iglesia Compostelana os acoge con gozo! ¡También los jóvenes de las Diócesis de Galicia os reciben con afecto!”, ha expresado en varios idiomas el prelado.

Con este mensaje, Mons. Julián Barrio ha pedido a los jóvenes que enciendan “estrellas en la noche de otros jóvenes, os invita a mirar a los verdaderos astros, esos signos tan variados que nos da para que no nos quedemos quietos, sino que imitemos al sembrador que miraba a las estrellas para poder arar el campo… Cristo mismo es para nosotros la gran luz de esperanza y de guía en nuestra noche, porque Él es la estrella radiante de la mañana que anuncia la vida que vale la pena”.

Uno de los consejos que el arzobispo compostelano ha querido lanzar a los jóvenes ha sido el de “afinar los silencios de vuestra alma llena de preguntas. Desde vuestra disponibilidad y generosidad Jesús os llama a hacerle presente en el acontecer de la vida, convirtiéndose en seguidores, testigos y evangelizadores. Aportáis a la Iglesia la belleza de vuestra juventud, dándoos sin recompensa”.

En segundo lugar, les ha pedido “mirar con confianza hacia el futuro. No paséis por la vida, vivirla responsablemente. Los cristianos no retienen con nostalgia el pasado, sino que el compromiso es acceder a la memoria eterna del Padre, y esto sólo es posible viviendo una vida de caridad”.

Por último, les ha dicho, que “no hay espacio en vosotros para la fatiga espiritual. En los nuevos horizontes descubiertos cada día en vuestra relación con Dios, habéis prescindido de todas aquellas cosas superficiales y accesorias que pesan en la mochila de la existencia y que impiden caminar ligeros”.

Mons. ha pedido a los jóvenes que se pongan en marcha hacia un mundo más jóven y que renueven el compromiso de su servicio humilde, sencillo, callado que, como el grano de trigo enterrado en en el surco, da fruto abundante. La Iglesia necesita vuestro entusiasmo, vuestra fe. Cuando lleguéis donde nosotros todavía no hemos llegado, tened paciencia para esperarnos, ha concluido visiblemente emocionado el prelado, que ha recibido un afectuoso aplauso por parte de los jóvenes.

Fuente: Infocatólica

Redacción: Natalia Monroy