En el marco de la 112 Asamblea Plenaria del Episcopado Colombiano, desarrollada en un momento de profundos desafíos para la nación, permeada por «la inequidad, la corrupción, la devastadora acción del narcotráfico y del microtráfico, la pobreza y la violencia», los obispos católicos del país insistieron en la urgencia de «fortalecer el sistema democrático» y comprometerse con el desarrollo integral de la población.
A los ciudadanos, los obispos les pidieron ejercer el «voto libre y responsable, fruto de una decisión informada y tomada en conciencia». Conocer la trayectoria y propuestas de campaña de los candidatos, que deben ser «honestos y competentes», comprometidos con el desarrollo de las comunidades, en los distintos territorios.
A los líderes políticos, los exhortaron a «encontrar en el bien común la mayor motivación para su servicio (…) e incluir a todos en un proyecto de nación que cuide la paz, acreciente la confianza en las instituciones y en el prójimo».
Finalmente, alzaron su voz en defensa de la vida, el derecho de los padres sobre la educación de sus hijos, la sana convivencia, la reconciliación y el cuidado del ambiente.
Encomendaron a Nuestra Señora de Chiquinquirá el país: «Ella interceda por todos nosotros para que el Señor «nos regale más políticos a quienes les duela de verdad la sociedad, el pueblo y la vida de los pobres» (Evangelii Gaudium, n. 205).