Vie. Mar 29th, 2024

La formación pastoral, en la dimensión social de la Iglesia, el servicio a la caridad, la dimensión profética y el servicio litúrgico, son los énfasis propuestos para el plan de estudios, sujeto a las fases de construcción, socialización e implementación.

La propuesta surge como fruto del encuentro con directores de las escuelas y delegados diocesanos del diaconado permanente, desarrollado en la sede del episcopado colombiano, del 16 al 18 de septiembre de 2019, con el que se buscó propiciar una mejor organización nacional y diocesana de este servicio, instaurado en Colombia en el año de 1968”.

“El desafío es unificar criterios de formación en las dimensiones humana-conyugal, espiritual, intelectual y pastoral, puesto que constatamos diversos énfasis formativos en las Escuelas Diaconales”, explicó el padre Manuel Hernando Vega León, director del departamento de Ministerios Ordenados y Vida Consagrada de la Conferencia Episcopal.

El sacerdote, también, recordó que la Congregación para el Clero en la persona de Monseñor Jorge Carlos Patrón Wong, al presentar la Ratio Universalis para la formación de los presbíteros, anunció los trabajos de organización de una nueva Ratio para el Diaconado Permanente. “Estamos pendientes de este texto para ajustar las normas y directorio a nivel nacional”.

Actualmente Colombia tiene 12 escuelas funcionando para el servicio de la formación de candidatos al diaconado permanente, de 40 jurisdicciones eclesiásticas.

Pueden ser candidatos quienes manifiestan inquietud vocacional y cumplan las condiciones propias para este ministerio que son:

  • Ser mayor de 35 años
  • Matrimonio sacramental con mínimo 10 años de vida esponsal
  • Vida ejemplar de familia y de servicio a la Iglesia

Colombia cuenta actualmente con 640 diáconos permanentes en ejercicio.

Paralelo al trabajo de formación y acompañamiento se ha iniciado la preparación y promoción del XV Congreso Nacional de Diaconado Permanente, que se desarrollará en la ciudad de Bogotá, durante los días 19 al 22 de junio de 2020.

Fuente: Conferencia Episcopal de Colombia