Mar. Abr 23rd, 2024

Ante la noticia del bombardeo del Ejército Nacional de Colombia al séptimo frente de la disidencia de las FARC, donde fallecieron 14 personas en zona selvática de San José del Guaviare, el obispo de esta jurisdicción eclesiástica, monseñor Nelson Jair Cardona Ramírez, en diálogo con la Agencia de Información SIR de la Conferencia Episcopal Italiana, lamentó lo sucedido e hizo un llamado a la guerrilla, al Estado y al Ejército colombiano.

 

A la guerrilla que sigue reclutando menores, le digo que no interrumpa los sueños de los jóvenes, que los dejen cultivar sus ideales. Pido al Estado que cree las condiciones para un desarrollo social y económico más equitativo de esta zona, para no dejar sin perspectivas a las generaciones más jóvenes. Pido prudencia al Ejército y que considere a los menores involucrados en la guerra de guerrillas ante todo como víctimas, porque sobre todo lo son”, dijo el obispo.

 

Durante su entrevista, el prelado expuso que la realidad de estos territorios no ha sido nada fácil, por cuenta de la presencia del grupo de las Farc, aún después de la firma de los acuerdos de paz en 2016. “Se sabía incluso antes de la firma, que el séptimo frente que está activo aquí no habría aceptado el acuerdo. Así, la guerrilla continuó controlando el territorio, especialmente las zonas rurales, para realizar apuestas a tráficos ilícitos y reclutamiento de menores”.

 

Monseñor Cardona afirmó que la situación es muy compleja y devela dos corrientes de pensamiento: quienes dicen ser víctimas y quienes se presentan como victimarios.

 

Hay situaciones de extrema pobreza, falta de trabajo, algunos quieren salir de situaciones familiares difíciles. Por supuesto, son muy pocos los que se unen por motivos ideológicos (…) También es cierto que aprenden a empuñar las armas y entran en el engaño de la guerra”.

 

Por último, el obispo advirtió que frente a esta difícil realidad se hace necesario, una mayor presencia del Estado. «Sé que son zonas inaccesibles y periféricas, pero el Estado debe contrarrestar estas tentaciones, la represión no es suficiente, el Estado debe dar respuestas«.

 

 

Fuente: Conferencia Episcopal de Colombia