Vie. Mar 29th, 2024

Joe Biden, el presidente de Estados Unidos, firmó ayer una orden ejecutiva que revoca la política de Ciudad de México, una medida firmada por la administración Trump que impedía financiar con fondos federales a las organizaciones abortistas que están fuera del país.

 

La política, que fue aprobada en 1984 por el presidente Ronald Reagan, ha sido promulgada por todas las administraciones republicanas y anulada por todas las administraciones demócratas.

 

De acuerdo con los obispos de Estados Unidos, esta norma “aseguraba que los dólares de los contribuyentes solo fueran destinados a organizaciones que acordaran dar servicios de salud de un modo respetuoso a la dignidad de todas las personas”.

 

Biden firmó la orden ejecutiva un día después de la publicación de una encuesta que reveló que la gran mayoría, el 77% de los estadounidenses “se oponen” o “se oponen firmemente” a que sus impuestos se utilicen para pagar los procedimientos de aborto en todo el mundo. Solo el 19% de los encuestados apoyó la financiación pública de abortos en el exterior.

 

La encuesta fue realizada por la Orden de los Caballeros de Colón con el apoyo de Marist Poll, la encuesta nacional de opinión pública operada por el Marist Institute for Public Opinion del Marist College, de New York.

 

Obispos rechazan la decisión

 

Por su parte, Monseñor Joseph F. Naumann, Arzobispo de Kansas City y Jefe del Comité de Actividades Provida del Episcopado estadounidense y Monseñor David J. Malloy, Obispo de Rockford y Jefe del Comité de Justicia y Paz Internacional, emitieron un comunicado en el cual rechazan la decisión de Biden.

 

En su misiva, los obispos manifestaron que “Es lamentable que una de las primeras acciones oficiales del presidente Biden promueva la destrucción de vidas humanas en países en desarrollo”.

 

“Esta orden ejecutiva es antiética para la razón, viola la dignidad humana y es incompatible con la enseñanza católica. Nosotros y nuestros hermanos obispos nos oponemos firmemente a esta acción”.

 

Los prelados le pidieron al presidente que “use su cargo para el bien, priorizando a los más vulnerables, incluyendo a los niños no nacidos”.

 

“Como la proveedora de salud no gubernamental más grande del mundo, la Iglesia Católica está lista para trabajar con él y su administración para promover la salud global de las mujeres de manera que contribuya al desarrollo humano integral, salvaguardando los derechos humanos inherentes y la dignidad de toda vida humana, comenzando en el vientre”.

 

Agregaron que “para servir a nuestros hermanos y hermanas con respeto es imperativo que ese cuidado empiece con asegurar que los no nacidos estén libres de violencia, reconociendo a cada persona como un hijo de Dios”.

 

Y concluyeron diciendo: “Esperamos que la nueva administración trabaje con nosotros para responder a estas importantes necesidades”, concluyeron.

 

 
Fuente: Aciprensa
 
Fuente: Nota enviada por la periodista Teresita González a webmaster