Noventa años después de que fuera tomada por el régimen comunista, finalmente devolveránla catedral de Kiev a la Iglesia católica. La entrega final del templo está programada para el 1 de junio de 2022.
Dedicada a San Nicolás, la catedral de la capital ucraniana se cerró en la década de 1930, debido a la prohibición del culto cristiano y al odio a la religión en general, característico de la ideología comunista imponentemente atea. Lo mismo sucedió en todos los territorios subyugados por la Unión Soviética.
Durante la Segunda Guerra Mundial, varios ataques dañaron gravemente la catedral, que también era la iglesia principal de Ucrania. Se restauró, pero el régimen la designó para albergar los Archivos de la Región de Kiev y para utilizarla como sala de conciertos.
A partir de 1992, con la caída del comunismo soviético y la paulatina restauración de la libertad, ocasionalmente se permitieron celebraciones católicas en la catedral; sin embargo, no fue devuelta a la Iglesia debido a una disputa sobre la propiedad del órgano que había sido especialmente encomendado para la sala de conciertos.
Según informa el sitio web Vida Nueva Digital, el Ministerio de Cultura de Ucrania finalmente acordó transferir la catedral de nuevo a la Iglesia Católica después de muchos años de negociaciones; desafortunadamente, hizo falta un incendio en septiembre pasado para que las negociaciones finalizaran.
La Iglesia Católica en Ucrania ha publicado un comunicado en el portal religioso Risu.ua. En él declara que «gracias a los esfuerzos de muchos creyentes, la justicia histórica se restaurará; y el santuario cristiano podrá regresar al corazón de la Iglesia».
Se espera que esta medida sea la primera de muchas devoluciones pendientes en el país.
Mientras tanto, en Ucrania, tenemos el caso de católicos como Mykola Horbal. Éste, por iniciativa propia, restauró una iglesia en ruinas por los comunistas soviéticos durante su trágica y mortal aventura en el poder.