Mié. Abr 24th, 2024

El pasado jueves 19 de noviembre, el Senado de la República de México, aprobó un dictamen que legalizaría dichas sustancias. Este debate pasa ahora a la Cámara de Diputados para su análisis.

 

Por este motivo, los obispos de México difundieron un comunicado el pasado 22 de noviembre en el cual manifiestan su preocupación frente a la posible aprobación del dictamen, que legalizaría en México el uso recreativo y la comercialización del cannabis, del cáñamo y de sus derivados.

 

Los prelados señalaron que: “los profesionales de la salud y numerosas personas que han sido consumidores, atestiguan que su uso, en cualquier cantidad y presentación, reduce significativamente el dominio sobre las propias acciones, y ponen al consumidor en situación de riesgo grave para sí y para otros”.

 

Perjuicios para la salud

 

De acuerdo con los obispos: “La iniciativa aprobada no atiende los daños a la salud surgidos por el consumo cada vez mayor de la marihuana, no atiende los efectos en las familias, por los jóvenes que consumen drogas, tampoco contribuye a inhibir y reducir la exposición a sustancias estupefacientes”.  

 

“…Vemos una señal de una política de estado que ignora al débil y descarta a quienes deberían ser más tutelados”. La legalización de un estupefaciente, continúa la nota, “significa voltear la vista e ignorar las necesidades reales de la sociedad, y más aún en el contexto actual de la pandemia de COVID-19, la crisis económica y la crisis de inseguridad”, enfatizaron en su comunicado.

 

Comunicado de los obispos

 

Los obispos de la Iglesia Católica en México, en la Declaración Conjunta sobre el don de la vida y la dignidad humana, señalamos que: “Observamos a la ‘cultura de la muerte’ que está golpeando fuerte y repetidamente el corazón del pueblo mexicano y que se manifiesta, entre otras formas: (…) En los esfuerzos por legalizar los estupefacientes y otras drogas, a pesar de sus efectos nocivos en las personas y las familias”.(Declaración conjunta, n. 6.c.).

 

Exhortamos a todos los mexicanos a tomar una postura responsable ante las consecuencias que abre esta posible legalización. De suceder, iniciarán mensajes publicitarios invitando a convertirse en productores y consumidores. Necesitamos ser muy prudentes para no caer en el consumo del cannabis que destruye la salud, ni caer en el negocio que busca obtener ganancias poniendo en riesgo a los ciudadanos. 

 

Exhortamos especialmente a los adolescentes y jóvenes a no dejarse llevar por la permisividad levantada por estas normas que permiten narcotizar a la ciudadanía.

 

Invitamos a todas las personas a informarse acerca de las consecuencias que el consumo de cannabis causa en la salud y a informarse y reflexionar acerca de los fines profundos que este tipo de propuestas buscan y de las implicaciones que estas decisiones tienen en otros ámbitos de la vida del ser humano y de la sociedad.

 

Del mismo modo, en la encíclica Fratelli Tutti, el Papa Francisco expresa la necesidad de que los servidores públicos renueven su compromiso en favor de la sociedad: “Las mayores angustias de un político no deberían ser las causadas por una caída en las encuestas, sino por no resolver efectivamente ‘el fenómeno de la exclusión social y económica, con sus tristes consecuencias de trata de seres humanos, comercio de órganos y tejidos humanos, explotación sexual de niños y niñas, trabajo esclavo, incluyendo la prostitución, tráfico de drogas y de armas, terrorismo y crimen internacional organizado.” (FT, n.188). 

 

Exhortamos a los responsables de la educación y de la salud de nuestros estados, así como a nuestras diversas áreas de apostolado eclesial, que propongan campañas de información acerca de las adicciones y de las consecuencias de los narcóticos y otras sustancias en la salud, para favorecer la conciencia y la acción responsable.

 

Como ciudadanos, exhortamos a los diputados del Congreso de la Unión a que se realice un análisis integral que modifique la iniciativa de modo que se privilegie la salud y la seguridad públicas, y se atienda al bienestar de los ciudadanos y de las familias que se ven afectados por estas y otras sustancias. 

 

Invitamos a los fieles, y a la sociedad en general, a participar activamente para colaborar con los legisladores para encontrar soluciones reales a los problemas genuinos que subyacen al complejo problema de las drogas, que tiene ramificaciones que superan nuestras fronteras.

 

En la festividad de Cristo Rey, y dirigiendo nuestra mirada a la Santísima Virgen de Guadalupe, encomendamos esta intención a su maternal intercesión.

 

A 22 de noviembre, año del Señor del 2020

 

 

Nota basada en información de Zenit.org y Conferencia del Episcopado de México
 
 

 

 

 
Nota enviada por la periodista Teresita González a webmaster