Vie. Mar 29th, 2024

La violencia no para en Colombia, siendo el departamento del Chocó uno de los territorios más afectados por este flagelo. Los obispos de esta región del país, junto a organizaciones sociales y etnicoterritoriales, han suscrito un comunicado donde levantan su voz para denunciar el “difícil momento que vivimos a causa de la negación sistemática de derechos y de la violación del Derecho Internacional Humanitario”.

 

Lo hacemos en el contexto de la Semana por la Paz que se celebra en el país del 6 al 13 de septiembre de 2020, y que nos motiva a seguir caminando hacia el reencuentro con la paz integral que es un anhelo profundo de nuestras comunidades”, han asegurado.

 

En la misiva advierten que seguirán visibilizando y denunciando ante los diferentes organismos de Derechos Humanos, las afectaciones “que causan sobre nuestro pueblo y el territorio la deficiente presencia del Estado, el incremento de las agresiones de los actores armados y la corrupción que frena el desarrollo de las comunidades”.

 

Solidaridad con las comunidades

Ante el constante accionar de los grupos armados que por poderes políticos y económicos siguen acabando con la vida de líderes, lideresas, acentuando el reclutamiento de menores de edad, la instalación de minas antipersonas, la instrumentalización de jóvenes y mujeres, el confinamiento, el secuestro, la extorsión, los asesinatos selectivos, el desplazamiento, la pérdida de la autonomía comunitaria y la disputa territorial, las organizaciones firmantes de este mensaje, expresan su solidaridad con las comunidades de estos territorios y de otras regiones que padecen igualmente estas problemáticas.

 

Hacen notar además, su rechazo ante una posible perspectiva de fumigación con Glifosato y las “acciones de connivencia entre algunos miembros de la Fuerza Pública con actores ilegales en algunos lugares del territorio”.

 

Seguiremos en la tarea de acompañar a las comunidades para hacerles sentir la cercanía de la Sociedad Civil. A pesar de las múltiples agresiones de los actores violentos y del silencio y exclusión del Estado, les haremos saber que no están solos y que tienen quien los escuche y defienda. Junto a la Defensoría del Pueblo, la Oficina para los derechos Humanos de la ONU, y otros actores solidarios”.

 

Misiones humanitarias de monitoreo
Asimismo, han asumido el compromiso de reanudar las misiones humanitarias de monitoreo, acompañamiento y verificación, con el fin de escuchar, atender y visibilizar las necesidades de las comunidades, representadas en líderes y autoridades étnicas.

 

Fortaleceremos, con base en los aportes de las comunidades, la agenda de incidencia social y política ante los entes territoriales, órganos de control y espacios internacionales de derechos humanos”.

 

Unidos a un Pacto por la Vida y la Paz
Finalmente, observaron que estarán atentos a apoyar el Pacto por la Vida y la Paz, propuesto por  la sociedad civil  y que se suscribirá a partir del próximo 10 de septiembre del 2020, desde la Costa Pacífica y el Suroccidente de Colombia. “Será como una herramienta que recoge nuestro pensamiento y nuestras acciones transformadoras”.

 

Hicieron parte de la suscripción de este comunicado las diócesis de Quibdó, presidida por su obispo monseñor Juan Carlos Barreto Barreto, la diócesis de Istmina-Tadó, con su obispo, monseñor Mario de Jesús Álvarez Gómez y la diócesis de Apartadó, en cabeza de monseñor Hugo Alberto Torres Marín.

 

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Fuente: Conferencia Episcopal de Colombia

 

 

Nota enviada por Teresita González a webmaster