Jue. Mar 28th, 2024

La ministra de Mujeres e Igualdad del Reino Unido, Liz Truss, anunció el 22 de abril planes para prohibir que los menores se sometan a cualquier procedimiento permanente de cambio de sexo.

 

En una comparecencia ante el Comité Selecto de Mujeres e Igualdades de la Cámara de los Comunes, Truss dijo que estaba comprometida a asegurar “que los menores de 18 años estén protegidos de las decisiones irreversibles en el futuro que puedan tomar”.

 

Si bien Truss indicó que los adultos son libres de hacer lo que quieran con sus cuerpos, afirmó que “es muy importante que, mientras las personas aún estén desarrollando sus capacidades de toma de decisiones, los protejamos de tomar decisiones irreversibles”.

 

Sin embargo, las declaraciones de la ministra fueron criticadas por sectores que defienden esta práctica.

 

Mermaids, una organización que apoya a “niños, jóvenes y sus familias transgénero y con diversidad de género”, acusó a la ministra de apoyar “la introducción de una nueva forma de desigualdad en la práctica médica británica”.

 

Para esta organización “los jóvenes transgénero deben tener el mismo derecho a tomar decisiones personales importantes que las personas no trans”.

 

El “Servicio de Desarrollo de Identidad de Género (GIDS)”, que forma parte del fideicomiso de salud mental con sede en el norte de Londres, Tavistock and Portman NHS Trust, es la clínica de género para niños que tiene el Reino Unido.

 

Tavistock, como se llama a menudo a la clínica, ha sido objeto de un escrutinio público cada vez mayor debido al número vertiginoso de niños, especialmente mujeres, que son derivadas para sus servicios.

 

Entre los años 2009 y 2010, un total de 72 niños, 32 niñas y 40 niños, fueron remitidos a Tavistock. Según los números publicados en el sitio web de la clínica, para 2019, esa cifra había crecido a 2.590, con 1.740 niñas y 624 niños. De las referencias, todas menos 30 eran menores de 18 años.

 

Un total de 1,814 eran menores de 16 años, que es la edad de consentimiento médico en la ley del Reino Unido; 171 eran menores de 10 años.

 

En el Reino Unido, a un menor se le permite obtener la cirugía de reasignación de sexo con permiso de los padres, aunque las regulaciones del Servicio Nacional de Salud lo limiten. Sin embargo, la distribución de “bloqueadores de la pubertad” y tratamientos hormonales, que hacen que el cuerpo no se desarrolle naturalmente e imite las características del género opuesto, son más comunes. Si bien algunos afirman que los bloqueadores de la pubertad son “totalmente reversibles”, algunos expertos médicos niegan esta afirmación.

 

Tavistock está siendo demandado actualmente por un grupo de ex pacientes y sus familias que han tratado de revertir sus tratamientos de reasignación de sexo.

 

La ex paciente de Tavistock, Kiera Bell, que durante un tiempo se identificó como hombre, es una de las principales demandantes contra la clínica. La demanda se presentó en enero de 2020 y afirma que Tavistock actuó de manera irresponsable en su modelo de atención.

 

Bell, quien recibió tratamientos hormonales a los 17 años y una mastectomía doble a los 20, se refirió a los tratamientos que recibió como “un camino tortuoso e innecesario que es permanente y te cambia la vida”.

 

“No creo que los niños y los jóvenes puedan consentir el uso de medicamentos hormonales potentes y experimentales como lo hice yo”, dijo.

 

Bell recibió medicamentos bloqueadores de la pubertad a los 16 años después de solo tres citas de una hora en Tavistock. A pesar de no recibir hormonas durante aproximadamente un año, Bell todavía tiene vello facial.

 

“Creo que el sistema actual establecido por Tavistock es inadecuado, ya que no permite la exploración de estos sentimientos disfóricos de género, ni busca encontrar las causas subyacentes de esta afección”, agregó.

 

Bell afirmó que las hormonas y la cirugía no funcionan para todos, y “ciertamente no deberían ofrecerse a alguien menor de 18 años cuando son emocional y mentalmente vulnerables”.

 

Fuente: Aciprensa

Traducido y adaptado por Harumi Suzuki. Publicado originalmente en CNA.