Mié. Abr 24th, 2024

«Como Iglesia de Montelíbano, repudiamos todo acto vandálico que atente contra la libertad religiosa y las tradiciones de la comunidad creyente. Pedimos enérgicamente, que se respeten todas aquellas expresiones de religiosidad que, sin duda alguna, aportan al crecimiento en valores espirituales, familiares, culturales y humanos».

 

Con estas palabras el obispo de la Diócesis de Montelíbano, Farly Yovany Gil Betancur, expresa su voz de repudio, frente a lo ocurrido este 14 de enero, donde fueron destruidas las imágenes de San José, María Inmaculada y Santa Laura Montoya, en el Santuario de San José de Uré, ubicado al sur de Córdoba. 

 

En su mensaje, el prelado observa que este templo parroquial dedicado a San José, es reconocido no solo por su patrimonio espiritual, sino también por tener una identidad cultural y religiosa, de ahí que cientos de peregrinos lo visitan año tras año para pedir favores bajo la intercesión de este santo.

 

 

«La paz, la concordia y la armonía que propugna la vida cristiana, es una característica que nos permite edificar una sociedad más humana y solidaria, por lo que esperamos que la autoridad competente tome acciones rápidas, para que no se repitan estos actos irrespetuosos. Por su parte, el Estado Colombiano y la sociedad misma deben velar por el respeto a la libertad religiosa», afirma.

 

El obispo de Montelíbano también se refirió a la situación de violencia que vive en el país, recordando que las palabras del papa Francisco: «La violencia es una ofensa a la vida», son una muestra del compromiso que tiene la Iglesia. «Como Pastores queremos contribuir a que nuestra sociedad viva en armonía y convivencia, una sociedad más fraterna y solidaria, que se reconozca en sus semejanzas y no en sus diferencias».

 

El obispo de Montelíbano enfatiza la importancia del liderazgo y la responsabilidad que tenemos como ciudadanos ante la situación que vivimos, esperando que la reflexión de nuestros gobernantes espirituales y morales nos ayude a comprender y a vivir el Evangelio en el hoy y en el mañana, por lo que espera que Jesús nos envíe una paz verdadera en nosotros y en nuestra sociedad.

 

«Pedimos a la sociedad y a las autoridades competentes que se haga justicia en el caso de San José de Uré, que no se repitan actos vandálicos, que podemos convivir en paz y en armonía. Que el respeto a la libertad religiosa sea nuestro compromiso como sociedad y como Iglesia. Que el Evangelio de Jesús nos haga ciudadanos plenos con una Iglesia que sienta y viva la Palabra de Dios», concluye.

 

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Fuente: Conferencia Episcopal de Colombia