Testimonios de Kinley Tshering y Christopher Hartley
Además, el largometraje cuenta con otros grandes momentos, tejidos con buen tino por Zavala. Así las cosas podemos poner el acento en el testimonio de Kinley Tshering, sacerdote jesuita que vive en el reino budista de Bután. En su día tuvo que bautizarse en secreto. Pedía una señal a Jesús para saber si realmente tenía vocación al sacerdocio. Y halló la respuesta cuando, providencialmente, en un viaje en avión se sentó a su lado la Madre Teresa. El coloquio que iniciaron fue precisamente sobre la vocación sacerdotal. Y ese fue el detonante que desembocó en su ordenación poco después.
Fuente de la imágen: EUROPEAN DREAMS FACTORY
Otro imponente testimonio tiene que ver con el padre Christopher Hartley, que confesaba a la Madre Teresa y con quien estuvo muchos años a su lado.
Rosario Dueñas y su labor con leprosos
Por otro lado no podemos olvidarnos de ‘Mariqui’ (Rosario Dueñas), campeona nacional de natación, y a quien una inesperada explosión de gas en 1979 -estaba en casa con su abuelo- le produjo quemaduras en su cuerpo en un 85%. Pese a ello, y a sus tempranos 19 años, no se dio por vencida, se acercó cada vez más a Cristo y se fue a Calcuta, junto a la Madre Teresa a atender a los leprosos. De hecho, a la nadadora ourensana la confundieron con una leprosa y pudo comprobar, de primera mano, todo ese rechazo social que había hacia los leprosos. Sin embargo, de ellos Mariqui siempre recibió manifestaciones de amor y de cariño.
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En cuanto al apartado técnico, Amanece en Calculta cuenta con una elocuente Banda Sonora Original a cargo de Ray Pherz, pianista formado en Alemania -estuvo trabajando durante muchos años en los Ángeles- que actualmente desarrolla su labor profesional para una casa discográfica en Berlín y otra en Estados Unidos. Con su encomiable labor consigue que encaje como anillo su música en cada testimonio y todos se disfruten con especial atención. Y esto es sólo un aperitivo de esta emocionante película.
