El Papa Francisco aprobó este 22 de febrero el milagro atribuido al joven Carlos Acutis, conocido como el “ciberapóstol de la Eucaristía”. Se trata de la curación milagrosa de una anomalía congénita en un niño.
La curación milagrosa se produjo el 12 de octubre de 2010 en Campo Grande, en el estado brasileño de Mato Grosso del Sur.
Según recoge el sitio web Campo Grande News, el P. Marcelo Tenorio, vicepostulador de la causa de Carlo Acutis, relató que “el 12 de octubre de 2010, en la capilla de Nuestra Señora Aparecida, en nuestra parroquia, en el momento de la Bendición con la Reliquia, se acercó un niño, llevado por su abuelo y que sufrió el drama del páncreas anular, que es de una rara anomalía congénita”.
De acuerdo al sitio web Medline Plus, de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, “el páncreas anular es un aro o collar anormal de tejido pancreático que rodea al duodeno, la parte del intestino delgado que se conecta al estómago. Esta porción del páncreas puede estrechar al duodeno y bloquear o impedir el flujo de comida hacia el resto de los intestinos”.
El tratamiento común para esta anomalía, indica el sitio web especializado en medicina, es “la cirugía de derivación del segmento obstruido en el duodeno”. El P. Tenorio señaló que “esta enfermedad causaba que el niño vomitara todo el tiempo, lo que lo debilitaba y lo abatía mucho, porque todo lo que comía lo devolvía, incluidos los líquidos”.
La debilidad, indicó, llevaría a “una muerte segura”.
Al pararse en la fila para recibir la bendición con la reliquia Carlos Acutis, el niño le preguntó a su abuelo qué debía pedir, y este le contestó “dejar de vomitar”. Y así lo hizo el niño. Desde entonces, ya no volvió a vomitar. Nuevas pruebas médicas realizadas en febrero de 2011 revelaron que el menor estaba completamente curado.
En el sitio web oficial del proceso de canonización de Carlos Acutis, el postulador, Nicola Gori, aseguró que “agradecemos al Señor porque hace maravillas”, y señaló que “esperemos para saber la fecha de su beatificación”.
Carlo Acutis nació el 3 de mayo de 1991 en Londres (Inglaterra), donde vivía su familia por motivos laborales. Años más tarde se trasladaron a Milán (Italia). Hizo su Primera Comunión a los siete años y desde entonces su vida estuvo marcada por un profundo amor hacia la Eucaristía, a la que consideraba como una “autopista hacia el cielo”.
Asistía a Misa todos los días y también rezaba el Rosario, impulsado por su devoción a la Virgen María, a quien consideraba su confidente. Además, daba clases de catecismo a los niños y ayudaba a los más necesitados.
Su intensa vida espiritual lo llevó a crear lo que algunos llamaron el “kit para hacerse santo”, que estaba compuesto por la Misa, la Comunión, el Rosario, la lectura diaria de la Biblia, la confesión y el servicio a los demás.
Una biografía suya recoge las palabras que él pronunció sobre sus ideales: “Nuestra meta debe ser el infinito, no el finito. El Infinito es nuestra Patria. Desde siempre el Cielo nos espera”.
Acutis también desarrolló un especial talento por la informática y fue considerado un genio por los adultos que lo conocían. Uniendo sus conocimientos y su celo evangelizador, creó exposiciones virtuales sobre temas de fe. Una de las más destacadas tiene como tema los milagros eucarísticos en todo el mundo. La hizo cuando tenía 14 años.
Cuando descubrió que tenía leucemia, Acutis ofreció sus sufrimientos por el Papa y la Iglesia Católica. Murió el 12 de octubre de 2006 en la fiesta de la Virgen del Pilar, con solo 15 años de edad.
Según indica el sitio web italiano Famiglia Cristiana, antes de saber que estaba enfermo, el joven grabó un video donde dijo que si moría le gustaría que lo enterraran en Asís.
Fuente: Aciprensa