Vie. Mar 29th, 2024

El juicio por uno de los infanticidios más atroces de la historia argentina llegó a su fin el pasado 23 de septiembre. Miguel “Brujo” Jiménez y Rodolfo “Rody” Sequeira, dos de los nueve acusados, fueron condenados a prisión perpetua por ser responsables directos del secuestro, la violación y descuartizamiento de Marito Salto en Quimilí (Santiago del Estero). 

Según informa TN, Jiménez y Sequeira eran dos de los cuatro imputados que enfrentaban una condena a prisión perpetua. Jiménez y Sequeira fueron los autores materiales del homicidio triplemente calificado por alevosía, ensañamiento y el concurso premeditado de dos o más personas y privación ilegítima de la libertad, y son señalados también como presuntos autores intelectuales de abuso sexual con acceso carnal, todo en concurso real de delitos.

Los detalles que dio la fiscal

La fiscal consideró que Jiménez fue el ideólogo del espeluznante asesinato y encontró en Sequeira al responsable de haber secuestrado a Marito, que desapareció una tarde mientras pescaba en una represa en las cercanías de su casa.

La evolución del proceso judicial

Desde abril, tras un pedido de la fiscalía, ambos están acusados de ser los autores materiales y, semanas atrás, TN contó detalles de la ruptura del pacto de silencio que había entre ellos hasta entonces. Los forenses de la Corte Suprema de Justicia de la Nación determinaron que Marito Salto fue violado y, tras ser colgado con un alambre, fue descuartizado con vida. La autopsia determinó que la muerte ocurrió por «exaguinación, hemorragia fatal producida por la sección de vasos arteriales y venosos».

Cuando se rompió el pacto de silencio

Se trataba de Rodolfo Adrián Sequeira , alias «Rody», que insistió en su inocencia e incriminó a Miguel «Brujo» Jiménez , según pudo saber TN a través de fuentes de la causa. Después de las intervenciones de los dos últimos testigos, Sequeira compareció ante el tribunal. Según los portavoces, aseguró que Jiménez y un grupo de policías «armaron la causa» por la cual él se encontraba acusado. Se refería a la postura asumida por Jiménez una vez que, en junio de 2016, el cuerpo del niño de 11 años apareció desmembrado y dispuesto en varias bolsas de basura.

La implicación de una vidente

Jiménez fue más allá y, como parte de su coartada, contrató a una vidente cordobesa a la que llevó a recorrer Quimilí –la localidad de Santiago del Estero donde se produjo el crimen– y fue la que presuntamente señaló a Sequeira como sospechoso. » Armó lo de la vidente y se hizo tan grande que no lo pudo parar», indicó –según las fuentes– Sequeira ante el tribunal. Atribuyó la reciente declaración de Sequeira a un intento por atenuar una inminente condena y sostuvo que «hasta ahora no ha podido probar nada de todo lo que dijo durante el juicio».

Qué pasó realmente

La tarde del 31 de mayo de 2016, Marito Salto salió en bicicleta de su casa de Quimilí rumbo a una laguna cercana donde solía pescar. El inicio de la investigación estuvo teñido de dudas y el padre de Marito afirmó a TN que «se perdieron un montón de pruebas». Hasta que, en noviembre de 2017, un perro rastreador marcó un cajón de la habitación matrimonial de Jiménez y la docente Arminda Díaz en Quimilí. Desde entonces, Jiménez pasó a ser el principal sospechoso.


Fuente: Infocatolica

Redacción: Natalia Monroy