Lun. Abr 15th, 2024
El Cardenal Louis Raphaël Sako habla de desaliento y decepción por las difíciles condiciones de las estructuras hospitalarias y subraya la esperanza que proviene del pensamiento constante del Papa Francisco quien lo reiteró este domingo 25 de abril a la hora de la Regina Coeli.   

«Se trata de una catástrofe humanitaria y nacional que requiere que todos permanezcan unidos y sean solidarios». Lo escribe el Cardenal Louis Raphaël Sako, Patriarca de Babilonia de los Caldeos, al comentar en una nota el dramático incendio que se produjo en el hospital Ibn al-Khatib para enfermos de Covid, situado en el sureste de Bagdad, la capital de Iraq. Las llamas se propagaron durante la noche del 24 al 25 de abril, y causaron la muerte de 90 personas y heridas a más de 100, numerosas de ellas en estado grave. Entre los pacientes que fallecieron, muchos se encontraban en cuidados intensivos. Un suceso que suscitó «gran dolor y tristeza», dijo el Purpurado, por lo que espera la colaboración de todos para «tomar juntos las medidas necesarias para evitar tan vergonzosos desastres».

 

«Como Iglesia», continúa el Cardenal Sako, «afirmamos nuestro pleno apoyo a los esfuerzos del gobierno, de las fuerzas de seguridad, del personal sanitario y de todos los iraquíes de buena voluntad en la construcción de la paz y la estabilidad y en la prestación de los servicios esenciales» a la población, especialmente en la difícil situación actual, marcada por la pandemia y los «conflictos».

 

Oración del Cardenal Sako

 

Por último, el Patriarca elevó su oración para que Dios conceda el descanso eterno a las víctimas y la curación a los heridos y para:

 

“Que Iraq se recupere de sus crisis recurrentes”

Cabe recordar que el Purpurado visitó ayer por la tarde, 25 de abril, el hospital Ibn Al-Khatib, donde fue recibido por miembros de la dirección que le explicaron la dinámica del trágico incendio. A continuación, el Cardenal Sako encendió unas velas y rezó una oración por los fallecidos, los heridos y sus familias. Por último, el cardenal expresó el compromiso del Patriarcado de ayudar económicamente a los afectados por el incendio, en coordinación con las autoridades.

 

Oración del Papa Francisco

 

Además, también ayer, tras rezar el Regina Coeli del domingo 25 de abril, el Papa Francisco, entre otros temas, manifestó su cercanía a las víctimas de este incendio que se produjo en el hospital Ibn al-Khatib para enfermos de Covid, en el sureste de la capital de Iraq, Bagdad. Ante los más de ochenta fallecidos, hasta ese momento, el Pontífice añadió ayer:

 

“Rezamos por todos ellos”

 

Miles de personas se manifestaron por las calles de Bagdad y otras ciudades del centro-sur de Iraq en las últimas horas tras la muerte de 90 personas en el incendio que se produjo por causas aparentemente accidentales el domingo por la mañana en el hospital Ibn Khatib de la capital. Más de 100 personas resultaron heridas, muchas de ellas de gravedad. En concreto, parece que explotó una bombona de oxígeno en la unidad de cuidados intensivos para pacientes de Covid-19. Las protestas tienen lugar en lugares donde desde hace dos años se celebran manifestaciones periódicas contra el coste de la vida y la corrupción. El ministro de Sanidad, Hassan Tamimi, ha sido suspendido de su cargo tras el accidente. Pero los manifestantes piden la dimisión del ministro y de todo el gobierno. Y ayer mismo, a la hora del Regina Coeli, el Papa Francisco expresó su cercanía y sus oraciones.

 

Fausta Speranza se comunicó por teléfono con el Cardenal Luis Raphaël Sako, Patriarca de Babilonia de los Caldeos, quien afirma que se trata de una tragedia especialmente impactante, por el elevado número de fallecidos y también porque se produjo en un hospital, un lugar al que la gente acude para recibir tratamiento.

 

Es una tragedia subraya el Cardenal Sako

 

El Patriarca de Babilonia de los Caldeos subraya, además del dolor, la consternación y la grave decepción de la población que todavía ve en condiciones ruinosas estructuras que deberían ser restauradas y mantenidas con cuidado. No se vislumbra una solución, afirma, y recuerda que el país ha recibido ayuda a la vez que destaca que los recursos de Iraq parten del petróleo. Se pregunta entonces por qué no hay recursos para estructuras importantes como hospitales y escuelas. 

 

La cercanía del Papa infunde esperanza

 

El Cardenal Sako destaca el gran apoyo que representa la oración y la cercanía del Papa Francisco, quien también ayer, a la hora del Regina Coeli rezó por las víctimas. Y manifiesta que aún está vivo el eco de la visita que el Santo Padre realizó a este país a principios de marzo. “La gente recuerda su sencillez, su humildad, su amor y la visita llena de mensajes muy profundos y entonces saben que Francisco sigue rezando por Iraq. La solidaridad del Papa – afirma el Patriarca –es una gran ayuda para el pueblo iraquí.

 

La mano tendida a las familias afectadas 

 

El Cardenal Sako cuenta además que ha puesto a disposición de las familias de las víctimas 10.000 dólares, explicando que es sólo un signo de cercanía, un símbolo de la atención de la Iglesia.

 

 

Fuente. Vatican News